La revista médica «Hindawi», a través de la publicación «Case Reports in Urology», ha hecho público un peculiar caso de priapismo ocurrido hace unos meses en el Reino Unido.
Un hombre de 35 años se presentó en el hospital nueve días después de sufrir una caída con su moto. Tenía moratones en el perineo y, desde el accidente, había desarrollado un priapismo persistente; esto es, una erección continua.
Pese a que el hombre aseguraba que no era doloroso, le causaba molestias al caminar. El examen médico reveló una erección de cuarto grado (la más alta, equivalente a una erección completa) además de un hematoma superficial presente en el escroto y en la base del pene.
El caso fue diagnosticado como priapismo no isquémico, también llamado priapismo de alto flujo. Este se produce cuando el flujo de sangre hacia el pene no está regulado adecuadamente; en el caso del motorista, la sangre no paraba de ir hacia los genitales por diversas lesiones en los vasos sanguíneos, provocando una acumulación.
Una bolsa de hielo y la compresión de los vasos sanguíneos afectados puede ser el tratamiento en algunos casos; sin embargo, el paciente requirió de un procedimiento mayor: un sondaje superselectivo, a través de un catéter que seleccionaba las arterias que alimentaban directamente la erección, y una embolización.
El hombre mejoró, aunque le llevó tiempo recuperar completamente el uso de su pene. Tras un análisis del caso un año después, el hombre tenía una función eréctil normal.