Un equipo de científicos dirigido por el Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, y la Universidad de Florida Central, en EE.UU., halló una aceleración no esperada en la rotación del asteroide 3200 Faetón, descubierto en 1983. Aunque su órbita se conoce con precisión y no es una amenaza para un futuro próximo, su gran tamaño, de unos 5,4 km de diámetro, y su cercanía a la Tierra, lo catalogan como potencialmente peligroso. Faetón da un giro completo sobre sí mismo cada 3,6 horas, y su período de rotación disminuye unos 4 milisegundos por año, comunicaron los astrónomos.
La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) enviará a Faetón en 2024 la misión espacial DESTINY+, de manera que además de poner a prueba tecnologías para la exploración del espacio profundo, en 2028 realice observaciones del asteroide y del polvo interplanetario y realice un estudio sobre ese cuerpo celeste, responsable de la lluvia de meteoros conocida como las ‘Gemínidas’. En particular, la determinación de las características físicas de este asteroide genera mucho interés para los astrónomos, pues los datos que se obtengan serán fundamentales para el éxito de una futura misión.
Para sus análisis, Sean Marshall, científico planetario de Arecibo, ha recurrido a curvas de luz óptica que muestran variaciones de brillo a medida que el asteroide gira, así como a observaciones del momento en que parece pasar frente a una estrella, lo que hace que esta desaparezca brevemente, para determinar el tamaño, la forma y la rotación de Faetón.
Gracias a las curvas de luz óptica captadas entre 1989 y 2021 y las ocultaciones estelares de 2019 a 2021, Marshall derivó un modelo que muestra que Faetón tiene una parte superior algo redondeada, con una cresta alrededor de su ecuador. Sin embargo, tuvo dificultades para hacer concordar las observaciones de las curvas de luz de finales de 2021 con el modelo desarrollado. «Las predicciones del modelo de formas no coincidían con los datos», comentó.
«Los momentos en que el modelo se veía más brillante, claramente no estaban sincronizados con aquellos en los que efectivamente era así. Me di cuenta de que eso podía explicarse porque el período de rotación de Faetón cambió ligeramente en algún momento antes de las observaciones de 2021, tal vez debido a una actividad similar a la de un cometa, cuando estuvo cerca del perihelio [punto de la órbita más cercano al Sol], en diciembre de 2020», explicó el astrónomo.
El científico descubrió que el modelo podía ajustarse a los datos de 2021 si se asumía una aceleración de rotación constante. Además, ese modelo acelerado mejoró ligeramente los ajustes en cuanto a los datos de años anteriores. La aceleración calculada equivale a una disminución del período de rotación de Faetón en unos 4 milisegundos por año. Ese cambio, insignificante, solo pudo ser detectado después de 32 años de observación y miles de rotaciones de Faetón.
«Esta es una buena noticia para el equipo de DESTINY+, ya que un cambio constante significa que la orientación de Faetón, para el momento de sobrevuelo de una nave espacial, se puede predecir con precisión, por lo que se sabrá qué regiones estarán iluminadas por el Sol», subrayó Marshall.
Los investigadores anunciaron ese descubrimiento sobre la aceleración del asteroide, el undécimo con un cambio medido en su período de rotación y el más grande de ellos, en la 54ª reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana.