Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts (EE.UU.) publicaron en la revista The Journal of Emergency Medicine el caso de un adolescente que tragó sin darse cuenta un alfiler de unos 3,5 centímetros que recorrió su cuerpo hasta el corazón.
Ese chico de 17 años aseguró durante tres días que sufría dolores agudos en el pecho que se intensificaban cuando se acostaba o respiraba profundamente y los resultados anormales de su electrocardiograma mostraban que sufría una inflamación cardiaca, mientras que su nivel elevado de proteínas en sangre indicaba que sufría una lesión de corazón, recoge Live Science.
Una tomografía computarizada reveló que la parte inferior derecha de su corazón alojaba un objeto metálico punzante y los doctores tuvieron que realizar una cirugía para extraer ese cuerpo extraño.
El adolescente, que se recuperó por completo, comentó que suele colocar las agujas entre sus labios mientras cose, pero no recordaba haber tragado ningún objeto durante ese proceso.
Estos especialistas aseguran que este ejemplo ayudaría a especificar recomendaciones en casos similares: extraer el cuerpo extraño si causa dolores o provoca otros síntomas, pero dejar ciertos objetos pequeños que atravesarían con facilidad el tracto digestivo.
Así, el informe insta a los médicos a considerar «con seriedad» quitar «todos los cuerpos extraños agudos» para evitar migraciones «como la descrita en este caso» y otras «potenciales complicaciones devastadoras».