Un tambor de piedra tallada de 5.000 años de antigüedad, que se expondrá desde la próxima semana en el Museo Británico, ha sido descrito como «la pieza de arte prehistórico más importante» que se ha encontrado en los últimos 100 años en el Reino Unido.
La pieza, hecha de tiza, fue hallada en el 2015 cerca del pueblo de Burton Agnes, en el condado de Yorkshire. El objeto fue encontrado en una tumba datada alrededor del año 3000 a.C., en la que fueron enterrados tres menores, según detalló este viernes la empresa de arqueología Allen Archaeology, que hizo el descubrimiento.
«Uno de los objetos más elaborados»
«Se trata de un descubrimiento realmente extraordinario, y es la pieza de arte prehistórico más importante que se ha encontrado en el Reino Unido en los últimos 100 años», declaró Neil Wilkin, comisario de la exposición ‘El mundo de Stonehenge’, que se inaugurará el 17 de febrero.
De acuerdo con la institución museística londinense, su estilo se asemeja al de los objetos de Stonehenge y otros sitios relacionados.
Uno de los cuatro únicos ejemplos conocidos
A parte del tambor, que estaba colocado justo encima de la cabeza del mayor de los niños, se hallaron una bola de tiza y un alfiler de hueso pulido, similares a los que se habían descubierto previamente en Stonehenge y sus alrededores, a unos 380 kilómetros de distancia.
Según explicó el museo, este hecho sugiere que las comunidades del Reino Unido e Irlanda compartieron «estilos artísticos, y probablemente creencias, a través de distancias notables». «El análisis de sus tallas ayudará a descifrar el simbolismo y las creencias de la época en que se construyó Stonehenge», apuntó Wilkin.
El tambor, que parece haber sido creado como escultura o talismán, más que como instrumento musical funcional, es uno de los cuatro únicos ejemplos conocidos. La colección del Museo Británico incluye un grupo de tres tambores similares encontrados en 1889, a unos 24 kilómetros del último hallazgo. La datación por radiocarbono ha revelado que fueron creados al mismo tiempo que la primera fase de construcción de Stonehenge, entre los años 3005 y 2890 a.C.