Una vez más (y van…), la firma china realme ha conseguido atraer todas las miradas. Y lo ha hecho con la presentación, hoy mismo en el MWC de Barcelona, de su nuevo buque insignia, realme GT3, un teléfono a la última pero que si duda destaca por ser el primero, y el único por ahora, en ofrecer una carga rápida de 240W, la más veloz del mundo y la máxima posible según los estándares USB-C. Es decir, que tardaremos bastante tiempo en ver algo aún más rápido.
Es cierto que Xiaomi, que compite duramente en el terreno de las baterías y que ha visto cómo Realme superaba su tecnología de 210W anunciada el pasado octubre, reaccionó hace un par de días, también en el MWC, con una impresionante demo de carga rápida a 300W capaz de llenar por completo la batería en algo menos de 5 minutos, pero no dijo ni cuándo ni cómo tenía pensado implementarla.
Pero volviendo al GT3, ¿Qué implica para el usuario disponer de una carga rápida de 240W? Para empezar, la posibilidad de cargar por completo la batería de 4.600 miliamperios del móvil en apenas 9,30 minutos. A esa velocidad, además, hasta los segundos cuentan, y son suficientes 80 (es decir, un minuto y veinte segundos) para tener un 20% extra de batería. O cuatro minutos para llegar al 50%. Incluso en el caso de que estemos tan atareados que no disponemos siquiera de ese tiempo, podremos evitar el desagradable ‘síndrome de la batería baja’: con solo 10 segundos de carga el nuevo GT3 ya tiene suficiente batería para una hora entera de conversación, y en 30 segundos, su nivel habrá aumentado en un 6%.
Carga, pero seguro
Para controlar la temperatura durante el proceso de carga, uno de los retos más difíciles a la hora de desarrollar cargadores rápidos, el realme GT3 está equipado con un sistema de refrigeración líquida que cubre el 61,5% de la batería y que garantiza una eficaz disipación del calor. Además, el terminal está fabricado con materiales ignífugos y cuenta con 13 sensores de temperatura y hasta 60 capas de protección de seguridad.
Con todo, la carga rápida a 240W no está activada por defecto, ya que no todos los usuarios la necesitarán. Para ponerla en marcha, basta con ir a Ajustes – Batería – Carga rápida Inteligente. Pero ojo, porque si lo hacemos tendremos que desactivar primero otra de las prestaciones exclusivas del GT3: la interfaz Pulse.
Pulse, una ventana transparente
En la parte trasera y junto al módulo de cámaras, el nuevo buque insignia de realme tiene una pequeña ventana translúcida. Tras ella, y al más puro estilo del Nothing Phone (1), podremos ver parte de las ‘tripas’ del teléfono, rodeadas por un pequeño anillo de iluminación RGB en forma de ‘C’ que, en determinadas situaciones, es capaz de mostrar efectos de luz diferentes. Algo que la marca ha llamado ‘luz de respiración’ y que deja claro que la novedad aportada hace unos meses por Nothing al iluminar la parte trasera de su primer terminal no ha pasado indiferente y va a tener eco en la industria.
De este modo, cuando el teléfono esté cargando el anillo se iluminará en rojo hasta que se alcance el 20% de batería, para pasar después al púrpura, que seguirá brillando cuando el móvil esté totalmente cargado. Si entra una llamada, el anillo de luz parpadeará rápidamente; si recibimos una notificación, se iluminará en blanco; y si hacemos una cuenta atrás de 10 segundos para hacer una foto, el anillo irá alternando destellos en azul, blanco y naranja. El sistema Pulse Interface se puede personalizar fácilmente. Basta con ir a Ajustes – Fondos de Pantalla – Luz flash y podremos elegir entre 25 tonos diferentes, dos ritmos distintos y cinco modos de velocidad.
Pero tras la ventana transparente hay mucho más. Justo en el centro del anillo de luz encontramos el conjunto de chips del procesador, que es un Snapdragon 8+ Gen 1. Y alrededor del anillo podremos ver los chips NFC. Todo ello sujeto por una serie de tornillos de acero que mantienen todo en su sitio. Atrevido, novedoso y elegante.
Potente y eficaz
El procesador, aunque no es el último Snapdragon 8 Gen 2, tiene potencia de sobra, y viene acompañado de 16 GB de memoria RAM. El conjunto, según realme, permite tener abiertas al mismo tiempo hasta 45 apps en segundo plano sin que la velocidad del móvil se resienta en absoluto.
En cuanto a la pantalla, encontramos una AMOLED de 6,74 pulgadas, con una resolución 1,5 K (2.772 x 1.240 píxeles), capaz de soportar color de 10 bit y que ocupa el 93,69% de la parte frontal. Es decir, que los bordes son casi inexistentes. Otra característica importante es su espectacular tasa de refresco de 144 Hz, ideal para que no se nos escape ni un solo fotograma incluso en los juegos más rápidos. La luminosidad, adaptativa, es de hasta 1.400 nits.
El rendimiento fotográfico del terminal depende de una cámara principal de 50 megapíxeles (Sony IMX 890), apooyada por un gran angular de 8 megapíxeles y un sensor Macro de 2 megapíxeles. Está claro que hay soluciones mejores en el mercado, pero no se puede tener todo y está muy claro que la fotogrfía no es el objetivo principal de este teléfono. El nuevo realme GT3 estará disponible en distintas variantes de memoria RAM y TOM, y su precio parte de los 649 dólares en la versión de 8 + 128 GB.