Científicos de la NASA han rastreado los orígenes de algunas de las misteriosas señales provenientes del espacio, conocidas como ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés), según un nuevo estudio publicado en la revista The Astrophysical Journal.
Desde que se detectó la primera señal en 2001, se han identificado alrededor de 1.000 FRB. En milésimas de segundo, esas poderosas explosiones pueden liberar tanta energía como el Sol en todo un año, antes de desaparecer sin dejar rastro.
En la nueva investigación, basada en observaciones ultravioleta e infrarroja del telescopio espacial Hubble, los científicos consiguieron rastrear la ubicación de cinco de las breves y potentes explosiones hasta los brazos espirales de cinco galaxias distantes.
«Nuestros resultados son nuevos y emocionantes. Esta es la primera vista de alta resolución de una población de FRB, y Hubble revela que cinco de ellas están localizadas cerca o en los brazos espirales de una galaxia», explicó la autora principal del estudio Alexandra Mannings. «La mayoría de las galaxias son masivas, relativamente jóvenes y todavía están formando estrellas. Las imágenes nos permiten tener una mejor idea de las propiedades generales de la galaxia anfitriona», agregó.
Las observaciones apuntan que probablemente las FRB no se originan por la muerte explosiva de estrellas jóvenes y masivas, ni por la fusión de estrellas de neutrones, lo que acerca más a los científicos a explicar su misterioso origen. «No sabemos qué causa las FRB, por lo que es realmente importante usar el contexto cuando lo tenemos», señaló el investigador Wen-fai Fong.
Además, los hallazgos respaldan la teoría de que las FRB se originan a partir de las explosiones de magnetares jóvenes, un tipo de estrella de neutrones con poderosos campos magnéticos que son «bastante impredecibles». Los procesos magnéticos en sus superficies pueden emitir señales de radio.
Aunque los resultados son prometedores, los científicos aseguran que son necesarias más observaciones para determinar con precisión la fuente de estos destellos. «Este es un campo tan nuevo y emocionante. Encontrar estos eventos focalizados es una pieza importante del rompecabezas, y una pieza única en comparación con lo que se ha hecho antes. Esta es una contribución única del Hubble», concluyó Fong.