Ornitólogos polacos de la ONG ecologista Grupa EkoLogiczna recibieron una inusual factura por varios miles de dólares en razón de conversaciones telefónicas internacionales que nunca realizaron. El dinero fue gastado a través de la tarjeta SIM instalada en un rastreador GPS que habían puesto en una cigüeña con el fin de seguir su ruta de migración, informó un periódico.
La cigüeña, apodada Kajtek, partió de Polonia en agosto de 2017. Tras superar 6.154 kilómetros de vuelo, llegó a su punto de destino en el valle azul del Nilo, en el este de Sudán, en octubre. Los ornitólogos la esperaban de vuelta en Polonia esta primavera, pero Kajtek nunca regresó.
Hasta finales de abril de 2018, el rastreador daba señal, pero luego la conexión se interrumpió. Y de repente, en junio, los ecologistas recibieron una factura por 10.000 zlotys (unos 2.700 dólares) por 20 horas de llamadas telefónicas internacionales.
Aparentemente, alguien en Sudan o en las cercanías se hizo con el dispositivo e insertó la tarjeta SIM en su teléfono. De cualquier modo, la ausencia del ave en Polonia este año ha traído malos pensamientos a los ornitólogos, que suponen que pudo haber sido muerta por alguna persona que luego utilizó su rastreador para fines propios.