Durante un viaje en avión pueden ocurrir muchas cosas, algunas positivas como ser el único pasajero y tener un trato VIP y otras de pesadilla como sentarte en un asiento sin respaldo o tener un compañero molesto.
Recientemente se supo que un vuelo de la aerolínea húngara Wizz Air tuvo que aterrizar de emergencia luego de que un pasajero borracho intentara irrumpir en la cabina de pilotos.
La aeronave se dirigía de Hungría a Islandia cuando se reportó desde a bordo un intento de entrar a la cabina de pilotaje. Ante lo que inicialmente fue calificado de ‘intento de secuestro’ (luego desmentido), se tomó la decisión de aterrizar en Noruega, país que el avión estaba sobrevolando en ese momento.
Equipos de Policía y bomberos recibieron al aparato el aeropuerto y el hombre que causó el incidente, un ciudadano islandés, según medios noruegos, fue arrestado.
«El avión ha aterrizado. Hemos sacado a un pasajero masculino de unos 60 años de edad. Nadie parece estar lesionado. Estamos trabajando para aclarar lo que ha sucedido», reportó la Policía noruega en Twitter.