Científicos de la Universidad de Osnabruck (Alemania) coolaboradores del Ozouga Chimpanzee Project, un programa de investigación de chimpancés en el Parque Nacional Loango, en Gabón (África Occidental), descubrieron que esta especie utiliza insectos como remedio tópico para curar las heridas abiertas, una conducta nunca vista por los primatólogos.
Según detallan los investigadores, la primera observación de este evento ocurrió en 2019 cuando Alessandra Mascaro, coautora del estudio, notó que Suzee, una chimpancé hembra, cogía algo del aire y se lo ponía entre los labios antes de aplicarlo directamente sobre una herida abierta en el pie de Sia, su hijo. Una semana después, un comportamiento similar fue registrado en un macho adulto, Freddy, lo que llamó la atención de los expertos.
Tras dar seguimiento a 22 chimpancés con lesiones, los académicos lograron registrar en video otros 19 episodios de comportamientos similares, en la mayoría de los cuales los primates se curaban a sí mismos. Al analizar las imágenes, estas revelaron que los animales atrapaban pequeños insectos en pleno vuelo y los inmovilizaban o aplastaban con sus sus labios antes de aplicarlos sobre las lesiones.
En palabras de Lara Southern, coautora de la investigación, en una ocasión «un macho adulto, Littlegrey, tenía una profunda herida abierta en la espinilla y Carol, una hembra adulta, que le había estado aseando, de repente extendió la mano para coger un insecto […] y se lo entregó. Él se lo aplicó en la herida, y Carol, junto con otros dos chimpancés adultos, tocaron la herida y acomodaron el insecto sobre ella. Los tres chimpancés sin relación entre sí parecían realizar estos comportamientos únicamente en beneficio de un miembro de su grupo».
Chimpancés como seres sociales
Esta actitud, sugieren los expertos en su investigación publicada este lunes en Current Biology, podría interpretarse como una muestra del comportamiento prosocial en especies animales, es decir, de acciones realizadas sin interés personal en beneficio de un tercero, actitud que en los humanos es impulsada por la empatía hacia el prójimo.
«Para mí, que estoy interesada en las habilidades cognitivas de los chimpancés, fue especialmente llamativo presenciar que los individuos no solo tratan sus propias heridas, sino también las de otros individuos no emparentados. Estos ejemplos de comportamientos claramente prosociales rara vez se observan en especies no humanas, pero estas observaciones pueden convencer ahora también a los escépticos», comentó Simone Pika, coautora del estudio.
Ahora, los expertos esperan recuperar muestras de los insectos utilizados para identificar la especie e investigar sus posibles propiedades farmacológicas. Asimismo, señalan, es importante continuar explorando la dimensión social del comportamiento, así como los procesos de aprendizaje social que permiten su transmisión y reproducción.