En la red social X, propiedad de Elon Musk como Neuralink, la compañía destacó que le «complace» hacer pública la aprobación y el lanzamiento de un nuevo ensayo de viabilidad para ampliar el control de su interfaz cerebro-ordenador (BCI) a través del Implante N1 a un brazo robótico en fase de investigación.
«Este es un primer paso importante hacia la recuperación no sólo de la libertad digital, sino también de la libertad física», asegura Neuralink, en referencia a esta tecnología, que permitiría a personas parapléjicas controlar un brazo robótico con sus pensamientos.
El pasado 29 de enero, la compañía anunció haber implantado su primer chip cerebral en un humano.
Esa noticia se dio a conocer nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) le diera su aprobación para que Neuralink comenzara a hacer estudios en humanos.
En julio, Neuralink dijo estar lista para implantar un segundo chip cerebral.
Y, en agosto, destacó que la segunda persona beneficiada, que sufre de una lesión de médula espinal, podía controlar con su mente distintos dispositivos electrónicos para jugar a videojuegos y hasta diseñar objetos en 3D.
Hace solo una semana, Neuralink recibió la autorización para poner en marcha el primer ensayo de sus implantes cerebrales en Canadá.
La prueba se abrió a personas con una tetraplejia causada por esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o lesión de la médula espinal cervical.