La cubana María Emilia Quesada Blanco, la persona más longeva de Cuba y considerada entre las más ancianas del mundo a pesar de no aparecer en registros internacionales, murió a los 117 años en su provincia natal de Cienfuegos (centro del país), informan medios locales.
Nacida el 5 de enero de 1901, Quesada Blanco conservaba hasta hace unos meses su «buen humor y hábitos alimentarios estrictos» que le permitieron llevar «su saludable existencia», según la versión digital del periódico 5 de Septiembre.
En 2017 la anciana fue incluida en el cuarto lugar de la lista de centenarios publicada por la enciclopedia online Wikipedia, por debajo de la italiana Emma Morano, la jamaiquina Violet Brown y la japonesa Nabi Tajima, todas ya fallecidas. Solo faltaba la validación del Gerontology Research Group, organización global que verifica el documento de identidad de la persona y su certificado de nacimiento.
‘Mima’, como la conocían en su comunidad, envejeció «sin padecer síntomas de ninguna enfermedad letal» y «fue perdiendo lentamente sus habilidades, pero no su asombrosa lucidez». La anciana, que nunca se casó y no tuvo hijos propios, vivió sus últimos años «rodeada del cariño y cuidados que le profesaran sus múltiples sobrinos» en la parroquia de Nuestra Señora de Monserrate, a cuya iglesia asistía semanalmente.
«He vivido alegrías y penas, como todo el mundo. Aún en la fecha de mi cumpleaños me hacen un motivito (fiesta), junto a las personas de la tercera edad. Siento regocijo, recibo regalos y lo paso tranquila», dijo la anciana en una entrevista publicada en 2017. Sus restos serán inhumados en una ceremonia fijada para esta tarde.