Estamos condenados? Es posible, a menos que exista un cambio radical en nuestras vidas para evitar “un sufrimiento humano sin igual”, como lo advirtieron ayer 11 mil científicos que declararon una “emergencia climática” a través de un artículo publicado en la revista Bioscience.
En el texto, tan dramático como consolador, los firmantes (provenientes de 153 países) explican en términos científicos porqué estamos ante una emergencia mundial y cómo podemos solucionarla, o por lo menos, lidiar con ella. “Aunque las cosas están mal”, dijo Thomas Newsome, investigador de la Universidad de Sydney en un comunicado, “no todo está perdido”, aseguró.
En la publicación, los científicos ofrecen un panorama actual de nuestra situación. Con base en el análisis de más de 40 años de información sobre el cambio climático, brindaron una serie de indicadores que fueron descritas como “señales vitales”, para ayudarnos a comprender “la magnitud de esta crisis”, “vigilar los progresos” y “reacomodar las prioridades para paliar el cambio climático”.
Unas son más positivas que otras, claro. Porque si bien no se trata de un tema por completo desconocido, mencionan que las sociedades han tomado pocas medidas para prevenir un futuro desastre, a pesar de que ha habido algunos avances. Algunos de ellos son, por ejemplo, la reducción de las tasas de natalidad o el florecimiento de cada vez más energías renovables. Pero a diferencia de los indicadores que nos favorecen, el resto muestra un panorama más adverso con el aumento en la reducción del número de árboles y bosques, o con el simple hecho de que nuestro consumo de carne también se ha incrementado.
Las medidas que proponen son el reemplazo de los combustibles fósiles por energías renovables, la reducción de los contaminantes,el restablecimiento de los ecosistemas, un cambio en nuestra alimentación y la estabilización de la población mundial. Además de que debemos cambiar nuestra economía basada en combustible fósiles.
Esta es parte de la declaratoria de emergencia que escribieron los científicos:
“Mitigar y adaptarse al cambio climático al tiempo que se honra la diversidad de los seres humanos implica grandes transformaciones en las formas en que nuestra sociedad global funciona e interactúa con los ecosistemas naturales. Esta reciente preocupación nos alienta. Los organismos gubernamentales están declarando una emergencia climática. Los estudiantes van a la huelga. Los juicios por ecocidios están en los tribunales. Los movimientos de ciudadanos exigen cambios, y muchos países, estados, provincias, ciudades y empresas están respondiendo“.
La idea del paper también es presionar a los gobernantes y dirigentes políticos (como Trump, que no creen en la emergencia del cambio climático) para demostrarles que nos queda “un tiempo horriblemente corto”, dijo la bióloga Phoebe Barnard.
Encarar la crisis climática implica cambiar “nuestros sistemas de valores, nuestros sistemas políticos y económicos, y el tipo de líderes que elegimos”, agregó.