Desde el pasado jueves 19 de junio, más de 2.500 terremotos se han registrado frente a las costas del norte de Islandia, provocando deslizamientos de tierras en distintos puntos del país nórdico, informó este lunes la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés) a través de su página web.
El movimiento telúrico de mayor fuerza, ocurrido el domingo, tuvo una magnitud de 5,8 y se localizó a unos 35 kilómetros al norte de Siglufjörður, en la región de Norðurland Eystra. Un día antes se produjo un sismo de magnitud 5,4 y otro de magnitud 5,6 a unos 20 kilómetros al noreste de esa misma localidad.
Desde el inicio de la ola de temblores, algunos de los cuales se sintieron en la capital del país —Reikiavik—, la IMO también ha registrado nueve terremotos cuya magnitud oscila entre 4,0 y 4,6.
«Fase de incertidumbre»
La IMO detalla que, si bien hubo informes de incidentes menores como caídas de objetos de estanterías, no se registraron daños materiales significativos. No obstante, se detectaron deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas cerca del epicentro de los movimientos telúricos, por lo que Protección Civil elevó el nivel de alerta hasta la «fase de incertidumbre».
«En comparación con las olas de terremotos anteriores en el área, se espera que la actual continúe durante los próximos días», explicó la IMO, señalando que en ocasiones este tipo de fenómenos han derivado en un sismo de mayor magnitud, por lo que no se descarta que pueda producirse un movimiento telúrico de magnitud superior a 6,0.
Desde el 21 de enero, la península islandesa de Reykjanes ha experimentado más de 8.000 terremotos y se ha elevado unos 10 centímetros debido a las intrusiones de magma bajo tierra. El último período de actividad volcánica en dicha región comenzó en el siglo X y se prolongó hasta el siglo XIII.