Todos conocemos los famosos anillos de Saturno, pero ¿y si la Tierra también los tuvo alguna vez? Investigadores de la Universidad de Monash en Australia, encabezados por el profesor Andy Tomkins, han propuesto esta fascinante teoría, publicada en Earth and Planetary Science Letters. Según esta hipótesis, hace unos 466 millones de años, durante el período Ordovícico, nuestro planeta podría haber tenido un sistema de anillos que desató alteraciones en la superficie y causó importantes cambios climáticos.
Sabemos que la Tierra ha pasado por múltiples fases a lo largo de su historia. Desde océanos de magma hasta épocas de glaciaciones extremas, nuestro planeta ha sido todo menos estático. Pero la idea de que alguna vez tuvo un anillo es relativamente nueva y fascinante.
El profesor Andy Tomkins y su equipo llegaron a esta conclusión tras un meticuloso estudio geológico. Durante el periodo Ordovícico, se produjo un aumento inusual en la cantidad de cráteres de impacto en la Tierra. El equipo cartografió la ubicación de 21 cráteres conocidos de esa época y utilizó modelos de movimientos de placas tectónicas para determinar dónde se encontraban en el momento del impacto.
Una distribución inusual de impactos meteóricos
Lo llamativo de este descubrimiento es que todos los cráteres se encontraron a menos de 30 grados del ecuador. Normalmente, esperaríamos que los meteoritos impactaran en lugares aleatorios alrededor del globo. El hecho de que todos estén concentrados en una franja ecuatorial es una anomalía estadística significativa.
Para descartar errores de muestreo, los investigadores analizaron qué partes de la superficie terrestre podrían conservar cráteres de esa antigüedad. Identificaron regiones geológicamente estables y no alteradas, como Australia Occidental, África, partes de Norteamérica y Europa. Solo el 30 % de estas áreas adecuadas se encontraba cerca del ecuador durante el Ordovícico, lo que hace aún más sorprendente que todos los cráteres estén en esa región.
Entonces, ¿qué pudo causar esta concentración de impactos cerca del ecuador? La hipótesis es que la Tierra capturó un asteroide que pasó demasiado cerca y, al cruzar el límite de Roche, fue despedazado por las fuerzas de marea, formando un anillo de escombros alrededor del planeta, similar a los anillos de Saturno. Con el tiempo, este material cayó gradualmente sobre la Tierra, provocando lo que los científicos llaman el «pico de impacto del Ordovícico», un periodo de unos 40 millones de años con una notable cantidad de impactos de meteoritos concentrados en el ecuador.
De acuerdo con los investigadores, los restos de meteoritos encontrados en las capas de rocas sedimentarias de ese periodo contienen cantidades extraordinarias de material meteórico, que muestra signos de no haber pasado mucho tiempo en el espacio antes de impactar. Esto concuerda con la idea de que los escombros procedían de una desintegración reciente de un asteroide en forma de anillo.
Contribución al enfriamiento global
«Lo que hace aún más intrigante este hallazgo son las posibles implicaciones climáticas de un sistema de anillos de este tipo», afirmó el profesor Tomkins, de la Escuela de Tierra, Atmósfera y Medio Ambiente de la Universidad de Monash.
Debido a la inclinación de la Tierra, un anillo alrededor del ecuador habría proyectado una sombra sobre la superficie, bloqueando la luz solar y contribuyendo a un enfriamiento global. Esto podría haber desencadenado la Edad de Hielo Hirnantiana, uno de los periodos más fríos de los últimos 500 millones de años.
Este enfriamiento global habría tenido un impacto profundo en la vida en la Tierra, posiblemente acelerando la evolución durante el Gran Evento de Biodiversificación del Ordovícico, un periodo en el que se produjo una rápida evolución de nuevas especies. Si el anillo influyó en el clima, podría haber impulsado también cambios importantes en la vida en el planeta.
Futuras investigaciones
El equipo planea ahora modelar numéricamente cómo los asteroides se desintegran y forman anillos, y cómo estos evolucionan con el tiempo. También buscarán simular los efectos que los anillos podrían tener sobre el clima terrestre.
«La siguiente fase de la investigación tiene que ser la modelización numérica», comentó Tomkins. «Esto revelaría la estructura y la forma que podría haber tenido el anillo, y si podría proyectar una gran sombra», agregó.
La idea de que la Tierra pudo haber tenido un anillo es intrigante no solo por su impacto en la geología y el clima, sino también por lo que revela sobre la naturaleza dinámica de los planetas. Al igual que Saturno, cuyos anillos son relativamente jóvenes y podrían desaparecer en unos 100 millones de años, la Tierra pudo haber pasado por una fase similar en su historia.