Ángela Hernández, de 23 años, utilizó el ingenio para sobrevivir. Con la manguera del radiador de su jeep pudo extraer agua de un arroyo, según explicaron a la BBC desde la comisaría del condado de Monterrey.
La joven fue encontrada el pasado viernes, por una pareja de excursionistas después que vieran su vehículo parcialmente sumergido al fondo de un acantilado de 60 metros de profundidad en Big Sur, una región de California.
Cuando la encontraron, la mujer tenía una lesión en el hombro y parecía haber sufrido una conmoción, pero estaba consciente, según el relato de la policía.
El accidente ocurrió cuando Hernández intentó esquivar un animal en la autopista 1, la famosa carretera de la costa oeste de Estados Unidos.
Ella iba manejando desde Portland, Oregon, y se dirigía a Los Ángeles para visitar a su hermana
El portavoz de la comisaría del condado de Monterrey, John Thornburg, consideró que Hernández tenía mucha suerte de estar viva.
«Normalmente es la caída o el océano lo que resulta fatal, pero ella tuvo la suerte de sobrevivir a ambos», agregó.
Entre tanto, su hermana Isabel escribió en Facebook que Hernández necesitará tiempo para recuperarse de esta dura experiencia.
«Esto es muy traumático y requerirá de un lento proceso de recuperación».
Isabel escribió en la red social que su hermana «está viva, está hablando y todavía tratando de entender lo sucedido».
«Ella es una luchadora y si ha luchado todo este tiempo, lo seguirá haciendo, aunque no será una recuperación fácil», dijo la mujer.