Un joven británico de 29 años, que se desempeña como periodista y futbolista amateur, perdió la vista por bañarse con los lentes de contacto puestos debido a que un parásito se quedó en uno de sus ojos.
La bacteria se alberga en el ojo derecho de Nick Humphreys, quien no pensaba que bañarse con este accesorio resultaba un terrible riesgo.
El futbolista notó que algo pasaba con su ojo derecho y decidió comprar gotas en una farmacia sin consultar a un médico y al poco tiempo dejó de ver bien.
Al acudir con un especialista, Nick fue notificado que tenía una infección y tras practicarle estudios se dieron cuenta que se trataba de queratitis(Inflamación de la córnea del ojo) por Acanthamoeba (es una ameba que vive en el suelo y en el agua).
El joven ha sido sometido a cirugía en dos ocasiones y ahora necesita un trasplante de córnea.
Si hubiera sabido lo peligroso que era usar los lentes de contacto en la ducha, en primer lugar, nunca los habría conseguido”, dijo en una entrevista para Daily Mail.