En la ciudad de Winlaton (Reino Unido), el supuesto hallazgo de un ‘dedo de pie humano’ semienterrado en el barro dio origen a una imponente movilización policial que, tras horas de peritaje forense, determino que el tal ‘dedo’ era un objeto tan común que nadie lo creyó posible, informa Mirror.
El hallazgo lo hizo Katie Wilkinson, de 26 años, quien paseaba a su perro cuando entre el barro vio lo que parecía un ‘dedo de pie humano’. Tan convencida se sintió que le tomó una foto de cerca y fue a mostrársela a varias personas: todas convinieron en que aquello, en efecto, parecía un dedo. Entonces Katie no dudó más y llamó a la Policía para informar sobre un posible cuerpo enterrado.
La mujer llevó a los agentes al lugar del escalofriante encuentro y de inmediato comenzó la investigación. «Me sentí llena de pánico y miedo. Había dos perros y sus entrenadores, unos siete coches de Policía, un montón de oficiales, dos detectives y algunos sargentos en la escena. Me sentí como si estuviera en un documental de asesinatos», contó luego Katie.
Entre los detectives, por lo menos uno estuvo de acuerdo, al ver la foto, en que parecía un dedo del pie. Con ayuda de los perros estuvieron dos horas buscando en la oscuridad, para finalmente descubrir que no era en absoluto una parte de cuerpo humano.
«Uno de los sargentos se acercó a mí y me dijo: ‘¿es este tu dedo del pie?'». Extendió su mano y le mostró a Katie una papa. «Él no podía creer que había perdido tanto tiempo por una papa», comentó la mujer.
«Seguí repitiendo que lo sentía mucho por hacerles perder su tiempo. Me sentí horrible. Me aseguraron que había hecho lo correcto. El detective dijo que incluso él pensó que era un dedo del pie, y es un detective», añadió.
Por su parte, la Policía agradeció en un comunicado a Katie Wilkinson por haber informado y subrayó la importancia de reportar cualquiera cosa sospechosa.
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