En los cielos, sobre el antiguo mar de Eromanga, que una vez cubrió gran parte del actual interior árido de Australia, se elevaba un formidable pterosaurio con una cresta ósea en sus mandíbulas y una boca llena de dientes en forma de púas. Esta criatura prehistórica, voladora e ideal para atrapar peces y otras presas marinas, ha sido recientemente descubierta.
En el estado de Queensland, se encontraron fósiles de esta especie que convivió con otros dinosaurios y diversos reptiles marinos durante el período Cretácico. Llamado Haliskia peterseni, sus restos son los más completos de cualquier pterosaurio desenterrado en Australia. Este ejemplar tenía una envergadura de 4,6 metros y vivió hace unos 100 millones de años.
“El mar de Eromanga era un enorme mar interior que cubría gran parte de Australia cuando este pterosaurio estaba vivo, pero ambos han desaparecido. El fantasma de ambos es evidente a partir de los fósiles encontrados en la zona”, contó Adele Pentland, estudiante de doctorado en paleontología de la Universidad Curtin en Australia y autor principal del estudio.
Además de su imponente envergadura, Haliskia peterseni era un poco más grande y más antiguo que el pterosaurio australiano Ferrodraco, cuyo descubrimiento se anunció en 2019.
El esqueleto fue descubierto por Kevin Petersen, un agricultor de aguacates convertido en curador del museo Kronosaurus Korner, en 2021. Este hallazgo no solo incrementa el conocimiento sobre la historia paleontológica de Australia, sino que también resalta la importancia de sitios como Richmond, Queensland, famosos por sus depósitos de fósiles.
Cómo sería el Haliskia peterseni
El hallazgo de Haliskia peterseni representa un 22% del esqueleto total de la antigua criatura. Los fósiles encontrados incluyen: una mandíbula inferior completa, la punta de la mandíbula superior, huesos de la garganta, 43 dientes, vértebras, costillas, huesos de ambas alas y parte de una pierna.
“Inferimos la presencia de una lengua musculosa basándonos en la longitud relativa de los huesos de la garganta, en comparación con la longitud de la mandíbula inferior”, explicó Pentland.
“En muchos otros pterosaurios, los huesos de la garganta son del 30% o 60% de la longitud de la mandíbula inferior, mientras que en Haliskia los huesos de la garganta son del 70% de la longitud de la mandíbula inferior”, añadió la investigadora de la Universidad Curtin.
Con su lengua musculosa, el Haliskia habría tenido una ventaja para cazar peces y cefalópodos parecidos a calamares. Mientras cazaba peces y cefalópodos, Haliskia podría haber tenido una ventaja y haber sido capaz de atrapar presas vivas en sus mandíbulas, según imaginó Pentland.
La importancia del hallazgo
Este pterosaurio australiano es miembro de un grupo llamado anhanguerianos, conocidos por restos encontrados en China, Estados Unidos, Brasil, Inglaterra, España y Marruecos. Tras morir, el cuerpo del individuo Haliskia quedó enterrado bajo sedimentos en el fondo del mar de Eromanga, lo que permitió su fosilización.
En la revista Nature Scientific Reports, donde se publicó el estudio, Pentland y su equipo describen cómo el estudio de Haliskia peterseni añadió valiosa información al registro fósil nacional, proporcionando un mejor entendimiento del ecosistema y vida en Australia durante la Era Mesozoica.
“Este descubrimiento es significativo, ya que durante muchos años se supuso que Australia tenía muy pocos fósiles de la era de los dinosaurios”, dijo Pentland.
El hallazgo de Haliskia peterseni tiene relevancia por la magnitud de su esqueleto y las condiciones excepcionales que permitieron su preservación, pero también por su contribución fundamental al conocimiento de la vida prehistórica australiana.
Como Pentland afirmó, según el medio nacional ABC News: “El apasionante descubrimiento del esqueleto de pterosaurio más completo encontrado en Australia añadió información valiosa al registro fósil nacional”.