Se sabe que el norte magnético de la Tierra tras encontrarse cerca de Canadá por cientos de años comenzó a moverse rápidamente hacia la región de Siberia desde principios de siglo, pero las explicaciones de dicho fenómeno no han sido claras hasta la fecha.
Con el fin de descubrir lo que causa el desplazamiento del campo magnético, un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y la Universidad Técnica de Dinamarca analizaron 20 años de datos satelitales y encontraron que una competencia entre dos lóbulos de diferente fuerza magnética cerca del núcleo terrestre probablemente esté detrás del movimiento del polo, según un reciente estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
El polo se ha estado desplazado inexorablemente hacia Rusia desde las primeras mediciones realizadas en 1831 en su ubicación en el Ártico canadiense. Ha ido acelerando su velocidad entre 1990 y 2005 a su velocidad actual de 50 y 60 kilómetros por año, según los investigadores Philip Livermore, Matthew Bayliff y Christopher Finlay en su informe.
Los científicos consideran que el trayecto del polo magnético se relaciona claramente con dos anomalías llamadas flujos magnéticos negativos. Uno de ellos se encuentra en lo profundo de Canadá y el otro por debajo de Siberia. Explican que estos grandes lóbulos de magnetismo crecen y se encogen con el tiempo, teniendo un profundo efecto en el campo magnético que percibimos en la superficie.
Se ha debilitado
Según los investigadores, entre 1970 y 1999 los cambios en las interacciones entre el manto que fluye y el núcleo de nuestro planeta provocaron que la zona debajo de Canadá se alargara, reduciendo así la fuerza del campo magnético que genera.
«Históricamente, el parche canadiense ha ganado la batalla y es por eso que el norte magnético se ha centrado en Canadá», explicó Livermore durante una entrevista con BBC Radio 4. «Pero en las últimas décadas, el parche canadiense se ha debilitado y el parche siberiano se ha fortalecido ligeramente, y eso explica por qué el polo se ha desplazado repentinamente de su posición histórica» agregó el especialista.
Según los científicos, está claro que el polo seguirá desplazándose, sin embargo, no se puede predecir con presión por cuánto tiempo y dónde se detendrá, recoge el portal Science Alert. Asimismo, sostienen que todavía hay mucho que se desconoce sobre el mecanismo que trabaja en el interior del planeta y que solo el desarrollo de más modelos como este da la esperanza de algún día predecir dónde terminarán los polos de la Tierra en el futuro.