La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) anunció este viernes, durante una ceremonia en la sede de los Observatorios Astronómicos Nacionales, que la misión de exploración lunar Chang’e-6 recolectó un total 1.935,3 gramos de material de la cara oculta de la Luna, informó la agencia Xinhua.
El módulo de reentrada de la Chang’e-6 aterrizó el martes en la región de Mongolia Interior, en el norte de China, completando su histórica misión para recolectar rocas y polvo en el lado no visible de nuestro satélite. El miércoles, un grupo de investigadores extrajo el contenedor de las muestras almacenado en el módulo.
En el evento del viernes, el director de la CNSA, Zhang Kejian, entregó la cápsula con el material lunar al vicepresidente de la Academia de Ciencias de China (CAS), Ding Chibiao. «Hemos descubierto que las muestras traídas por la Chang’e-6 eran más viscosas que las muestras anteriores, con la presencia de grumos. Estas son características observables», indicó Ge Ping, portavoz de la misión lunar.
De acuerdo con Global Times, la CAS transportará las muestras de manera segura a un laboratorio especial, y los científicos involucrados con el sistema de aplicación terrestre realizarán los trabajos de almacenamiento, procesamiento e investigación del material recolectado. La misión Chang’e-6 recogió 204,3 gramos más que su predecesora, la Chang’e-5, que retornó con polvo de la cara visible de la Luna hace cuatro años.
China compartirá sus muestras con el mundo
Ge anunció que las solicitudes para el estudio del polvo y rocas lunares se abrirán a las instituciones científicas chinas en aproximadamente seis meses. Por su parte, el subdirector de la CNSA, Bian Zhigang, declaró el jueves que los investigadores de todo el mundo pueden solicitar el acceso para examinar las muestras de la Chang’e-6.
Sin embargo, recalcó que podrían existir dificultades con los científicos estadounidenses que quieran analizar el material lunar. Según Bian, existe un «obstáculo para la cooperación espacial entre China y Estados Unidos», debido principalmente a las leyes estadounidenses, como la ‘enmienda Wolf’.
Esta legislación, que fue aprobada por el Congreso de EE.UU. en 2011, prohíbe a la NASA cooperar con sus homólogos chinos sin una autorización previa. Bian aseguró que los científicos estadounidenses expresaron su deseo de participar en el análisis de las muestras de la Chang’e-6. No obstante, recalcó que «si Estados Unidos realmente desea participar en intercambios espaciales normales con China, deberá tomar medidas concretas para eliminar estos obstáculos».
La misión Chang’e-6 despegó el pasado 3 de mayo desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en la isla meridional de Hainan. Tras separarse correctamente de su orbitador, su módulo de aterrizaje logró descender exitosamente el pasado 1 de junio en la zona sur del cráter Apolo, situado en el hemisferio sur del lado oculto de la Luna. Después de dos días, el material fue colocado en el módulo de reentrada, con la finalidad de traerlo a la Tierra. La misión tuvo una duración de 53 días.