Un grupo de científicos ha descubierto que un fósil hallado en la provincia china de Liaoning en 2012 escondía una feroz batalla entre un mamífero y un dinosaurio que quedó ‘inmortalizada’ por un desprendimiento ocurrido en la zona hace 125 millones de años, recoge un artículo publicado este martes en la revista Scientific Reports.
Tras someter al fósil a un minucioso examen, los investigadores identificaron a los rivales que murieron enzarzados: un Psittacosaurus, dinosaurio herbívoro de aproximadamente el tamaño de un perro grande, y un Repenomamus robustus, mamífero parecido al tejón.
En particular, constataron que el Repenomamus estaba colocado encima de su presa y le agarraba la mandíbula mientras le mordía algunas costillas, lo que sugiere que estaba llevando a cabo un «ataque activo».
«Los dos animales están enfrascados en un combate mortal, íntimamente entrelazados, y es una de las primeras pruebas que muestra un comportamiento depredador real de un mamífero sobre un dinosaurio», explica Jordan Mallon, paleobiólogo del Museo Canadiense de la Naturaleza y coautor del estudio.
En este sentido, indicó que el fósil en cuestión podría mostrar el momento en el que el Repenomamus se estaba comiendo al Psittacosaurus mientras aún estaba vivo, antes de morir ambos sepultados repentinamente por algún deslizamiento de tierra y de escombros tras una erupción volcánica.
Antes de este descubrimiento, los paleontólogos ya sabían que los Repenomamus se alimentaban de dinosaurios, puesto que se han hallado huesos fosilizados de crías de Psittacosaurus en el estómago de esos mamíferos. «Lo nuevo para la ciencia de este asombroso fósil es el comportamiento depredador que muestra», constata Mallon.
Se trata de uno de los numerosos fósiles de diferentes especies de animales prehistóricos encontrados en un área de Liujitun conocida por su riqueza en estos tipo de restos, lo que le ha valido el apodo de «la Pompeya china de los dinosaurios».