Un grupo internacional de investigadores reveló que algunos simios pueden reconocer los rostros de sus congéneres familiares después de muchos años de separación, informó el pasado lunes la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.).
El humano es la única especie dentro del reino animal que se destaca por su capacidad para recordar los nombres y los rostros de otros, además de rastrear información sobre roles sociales, grupos y relaciones durante décadas.
En el caso de los simios, han demostrado tener memoria a largo plazo de eventos físicos pasados en contextos experimentales, mientras que algunas especies de primates pueden detectar las relaciones sociales con terceros, así como patrones espaciotemporales de árboles frutales a lo largo del tiempo.
Sin embargo, se desconocía si estos animales tenían memoria social duradera. Anteriormente, la memoria social no humana cuya duración iba más allá de unos pocos años se había documentado solo en delfines, dado que estos mamíferos pueden reconocer vocalizaciones de sus parientes hasta por 20 años.
En un estudio recientemente publicado en la revista PNAS se reportó que tanto los chimpancés (‘Pan troglodytes’) como los bonobos (‘Pan paniscus’) pueden recordar los rostros de antiguos compañeros que no han visto en un largo lapso de tiempo, reaccionando con más entusiasmo a aquellos que consideran sus amigos.
Los científicos explicaron que habían examinado a 26 simios que se encontraban en varias instituciones alrededor del mundo, incluido el santuario de Kumamoto (Japón), el zoológico de Edimburgo (Escocia) y el zoológico de Planckendael (Bélgica). Asimismo, comentaron que a cada animal se le mostró dos fotografías, una de un rostro desconocido y la otra de la cara de un amigo, pariente o enemigo, mientras tomaban un poco de jugo.
Al observar las imágenes, que se proyectaban en el monitor de una computadora, una herramienta de seguimiento ocular analizaba la atención visual del simio. Los especialistas indicaron que se presentó el caso de un bonobo que mostró signos de reconocer a dos parientes que no había visto en 26 años.
A pesar de que se reconoció que se necesitan más datos para corroborar que la memoria social de los grandes simios puede persistir alrededor de 26 años, los resultados sugieren que la longevidad de dicha memoria puede ser «relativamente similar» a la de los humanos. La memoria social humana disminuye luego de 15 años, aunque puede durar 48 años después de la separación.