Fueron los antiguos griegos los primeros en dividir los 6 metros (20 pies) de longitud del intestino delgado en tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon. Sin embargo, el órgano finalmente puede estar listo para una actualización: investigadores estadounidenses dicen que el intestino delgado en realidad se compone de cinco segmentos distintos, cada uno de los cuales es responsable de la absorción de varios nutrientes.
“Estamos entusiasmados porque este trabajo preliminar identifica diferentes ‘vecindarios’ celulares dentro del intestino delgado que no solo ejecutan diferentes funciones intestinales, sino que también muestran diferencias importantes en las probabilidades de desarrollar enfermedades gastrointestinales, como cánceres intestinales, ileítis [un tipo común de enfermedad inflamatoria intestinal] y enfermedad celíaca”, señaló la autora principal del estudio, Rachel Zwick.
“Estas diferencias moleculares y celulares regionales nos ayudan a comprender mejor estas enfermedades”, añadió Zwick, becario postdoctoral de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) en la Universidad de California, en San Francisco.
Habló en un comunicado de prensa de Cedars-Sinai en Los Ángeles, que ayudó con la investigación. Según los investigadores, su trabajo examinó la “geografía” del intestino delgado en múltiples especies, incluidos ratones y humanos.
En total, rastrearon la composición de 30 secciones diferentes del órgano. Parte de su investigación fue genética: Zwick y sus colegas identificaron genes que parecían ser responsables de la absorción de nutrientes en varios puntos a lo largo del intestino delgado. Eso les ayudó a determinar el número de regiones distintas en el intestino delgado y de qué podría ser responsable cada una.
En total, contaron cinco regiones distintas a lo largo del órgano. “Cada dominio se asocia con diferentes aspectos de la absorción de nutrientes, y cada uno exhibe respuestas distintas a los cambios en la dieta”, señaló el comunicado de prensa de Cedars-Sinai.
Además, la investigación que involucró cultivos celulares en el laboratorio mostró que las células tomadas de varias regiones intestinales “recordaban” aspectos de sus firmas moleculares incluso un mes después de haber sido extraídas del órgano.
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que define molecularmente las regiones del intestino delgado”, señaló el coautor principal del estudio, el Dr. Ophir Klein, director ejecutivo del Hospital Pediátrico Cedars-Sinai Guerin. “Esta es información que los científicos pueden usar para comprender los procesos celulares y moleculares que ocurren en el intestino delgado y lo que sale mal en las enfermedades gastrointestinales”.
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