El aparato espacial Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (AEE), ha detectado una aurora boreal sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (67P/C-G).
Se trata de la primera vez que un fenómeno de este tipo se avista alrededor de un cometa. Previamente, las auroras se observaron solo en objetos mucho más masivos, como la Tierra y otros planetas y lunas del sistema solar, además de las propias estrellas.
Una aurora se crea cuando electrones del viento solar chocan contra moléculas y átomos de la atmósfera de un gran cuerpo celeste que cuenta con su propio campo magnético. En el caso del cometa, que carece de un magnetosfera, tal fenómeno es «sorprendente y fascinante», comentó sobre este descubrimiento el vicepresidente del instituto Southwest Research Institute, Jim Burch, citado por un comunicado de la institución.
Inicialmente, los científicos pensaron que el brillo sobre el cometa fue causado por la interacción de fotones y el gas que rodea el cuerpo celeste. Sin embargo, al analizar los datos descubrieron que fue causado por electrones que dividen las moléculas de agua y otras sustancias.
«Los átomos excitados resultantes crean esta luz distintiva», explica el doctor Joel Parker, del mismo instituto.
La descripción del descubrimiento fue publicada este lunes en la revista Nature Communications.