Gracias a las observaciones hechas con los telescopios Gemini Sur (Chile), Óptico Nórdico (España) y el telescopio espacial Hubble, un equipo internacional de científicos ha identificado por primera vez un estallido de rayos gamma de larga duración emanado del centro de una galaxia antigua, informa la Universidad de Radboud, en Países Bajos.
De acuerdo a la institución, el hallazgo se realizó cuando los astrónomos investigaban las secuelas de un estallido de rayos gamma, causado por la muerte de una estrella en una antigua galaxia situada a unos 3.000 millones años luz de la Tierra, que fue captado por el observatorio espacial Neil Gehrels Swift en octubre del 2019.
Según explican los científicos en un artículo publicado en la revista Nature Astronomy, el consenso general era que los estallidos de rayos gamma de larga duración, con una duración de al menos unos segundos, se producen tras el colapso de estrellas masivas o al colisionar estrellas de neutrones que han girado unas en torno a otras durante mucho tiempo.
No obstante, detallan los astrónomos, en la galaxias antiguas, como en la que fue observado el fenómeno, hay muy pocas estrellas pesadas que pudieran haber colapsado en supernovas, por lo que sus observaciones sugieren que «se trata de un caso de fusión de dos estrellas de neutrones separadas. Por tanto, no se trata de estrellas de neutrones que han estado juntas toda su vida», destacó Andrew Levan, coautor de la publicación. «Sospechamos que las estrellas de neutrones fueron empujadas juntas por la gravedad de las muchas estrellas circundantes en el centro de la galaxia», agregó.
A pesar de los resultados obtenidos, los científicos también consideran la posibilidad de que estos estallidos hayan sido producidos por la colisión de objetos compactos, como agujeros negros o enanas blancas, motivo por el cual, consideran, es necesario continuar con las investigaciones para identificar con certeza el origen de la radiación.