La NASA prepara para mediados de este año el lanzamiento del flamante ‘rover’ Perseverance, que llegaría a Marte en febrero del 2021. El vehículo de exploración llevará a bordo el Mars Helicopter, la primera aeronave que viajará al planeta rojo, cuya tarea excluirá recolectar datos y se limitará a realizar maniobras de vuelo.
Y ante los elevados riesgos de perder el costoso aparato ante cualquier imprevisto, los ingenieros de la Universidad de Pensilvania proponen remplazarlo por una flotilla de diminutos artefactos voladores de un tamaño y peso similares a los de una mosca, pero desprovistos de componentes móviles, para explorar la atmósfera marciana.
Se trata de láminas de nanocartón que —como demuestra un reciente trabajo publicado en la revista Advanced Materiales —, son capaces de levitar en un ambiente similar al de Marte cuando reciben luz proyectada sobre su superficie.
Levantar 10 veces su propio peso
Esto es posible gracias a que uno de los lados de la lámina —estructura de pocos nanómetros de espesor con canales huecos similares a los del cartón corrugado— se calienta, provocando que el aire en su interior comience a circular a raíz del diferencial de temperatura y genere fuerza de empuje.
Aprovechando que la atmósfera marciana es más fina, y por ende con menos resistencia, así como una gravedad relativamente más débil, estas diminutas aeronaves serían capaces de transportar cargas útiles que excedan hasta 10 veces su propio peso.
«El Mars Helicopter es muy emocionante, pero aun así es una máquina singular y complicada. Si algo sale mal, tu experimento se acabó, ya que no hay manera de arreglarlo», comentó Igor Bargatin, uno de los autores principales del estudio.
«Nosotros proponemos un enfoque completamente diferente, que no coloca todos los huevos en la misma canasta», añadió, según le cita el portal EurekAlert.
Los investigadores ya pusieron a prueba esta tecnología, adhiriendo anillos de silicona a la parte superior de las láminas de nanocartón para simular el transporte de cargas útiles.
Aplicaciones en Marte y en la Tierra
Una de sus posibles aplicaciones sería equiparlos con sensores químicos para detectar agua o metano, elementos claves para el desarrollo de la vida en Marte. O bien podrían recolectar partículas de arena o polvo, para luego transportarlas hacia el ‘rover’ sin que este necesite desplazarse.
Sin embargo, dado su ínfimo peso, cercano a un tercio de miligramo, y su limitación para transportar cargas, se precisaría de más de un millón de estos artefactos para igualar la masa del Mars Helicopter.
Por último, los expertos explicaron que el pilotaje de estas diminutas aeronaves se puede lograr proyectando un láser desde el ‘rover’, controlando así la dirección en la que circula el aire en el interior de la lámina, dependiendo de cuál de sus partes es calentada por el rayo.
Tampoco descartan su uso en nuestro propio planeta, en particular para estudiar la mesosfera, la cual resulta demasiado baja para los satélites y demasiado alta para los aviones y globos aerostáticos.
