El Gobierno chino está desarrollando un sistema de armas «no letal» basado en la tecnología de radares de microondas, el cual está diseñado para labores de antiterrorismo y defensa de fronteras, informaron este sábado 23 de febrero medios locales.
En declaraciones al diario oficialista Global Times, el ingeniero jefe del proyecto, de appellido Su, aseguró que esta tecnología consiste en el disparo de «milimétricas ondas de microondas», capaces de alcanzar las terminaciones nerviosas de sus objetivos, infligiéndoles dolor, aunque no causará heridas permanentes ni problemas físicos a largo plazo.
Conocido de forma oficial como «Sistema de Microondas de Rechazo Activo», su finalidad es detener acciones violentas y dispersar a los objetivos, agregó Su.
Esta tecnología presenta dos variables de funcionamiento: una diseñada para atacar «partes específicas» del cuerpo de los objetivos, y otra basada en un sistema de «barrido por sectores» para áreas más grandes donde haya grupos terroristas.
En este sentido, el ingeniero aseguró que este arma, pensada para la Policía y la Guardia Costera del país, puede utilizarse en operaciones antiterroristas, para la protección de objetivos durante eventos importantes, misiones de convoyes marítimos y defensa fronteriza por tierra.
Hasta ahora el sistema ha mostrado una «efectividad excelente» y «alta seguridad» durante la fase de pruebas, indicó Global Times.
En comparación con productos similares en otros países, este sistema es «mucho más pequeño» en tamaño y más ligero, afirmó Su, quien aclaró que podrá utilizarse tanto de forma estacional como a bordo de vehículos.
Según estimaciones del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), China es el segundo país del mundo que más dedica a gasto en Defensa, alrededor de 228.000 millones de dólares (190.000 millones de euros) en el 2017, sólo por detrás de Estados Unidos.
Asimismo, la misma fuente señala que desde la llegada de Xi Jinping al poder en 2012, el país asiático ha incrementado su presupuesto militar en un 45 %, frente a los descensos del 12 y del 18,6 % en los casos de EEUU y Rusia, respectivamente.
Sin embargo, en términos de porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB), el gasto en Defensa de China prácticamente no ha variado en ese período, oscilando entre el 1,9 y el 1,8 %.