En las primeras horas de un sorprendente martes 2 de abril, los cielos del sur de California se iluminaron con un espectáculo insólito: una gigantesca bola de fuego cruzó el firmamento, producto de la reentrada en nuestra atmósfera de un trozo de basura espacial de origen chino, deslumbrando a los espectadores.
Inicialmente, algunos especularon que se trataba de una lluvia de meteoritos, un cometa o incluso un problema con un lanzamiento de SpaceX, particularmente porque un cohete Falcon 9 había puesto en órbita 22 satélites Starlink desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en la costa central de California aproximadamente seis horas antes. Sin embargo, los expertos determinaron que el fenómeno fue causado por el reingreso de un cohete chino a la atmósfera.
La Sociedad Americana de Meteoros (AMS) reportó que el evento creó una impresionante bola de fuego vista desde Sacramento hasta San Diego. De acuerdo con medios, los testigos compartieron videos en redes sociales y contactaron a estaciones de radio locales para relatar lo sucedido.
Este tipo de eventos, aunque parezcan sacados de una novela de ciencia ficción, se han vuelto más frecuentes recientemente. En este caso, un reporte de Space.com reveló que la fuente de este brillo nocturno fue el módulo orbital de la nave Shenzhou 15, según indicó el astrofísico y rastreador de satélites Jonathan McDowell.
El módulo orbital Shenzhou
De acuerdo con el medio especializado en el espacio, el módulo orbital de la misión Shenzhou, que en noviembre de 2022 transportó tres astronautas hacia la estación espacial Tiangong y tiene un peso aproximado de 1.500 kilogramos, está diseñado para expandir la capacidad de alojamiento de astronautas y la realización de investigaciones científicas en el espacio.
Este componente, sin embargo, no está previsto para regresar de manera segura a la Tierra tras concluir su misión. Dicha tarea recae sobre el módulo de reentrada de Shenzhou, específicamente preparado para el retorno de la tripulación a nuestro planeta.
La reciente reentrada incontrolada del módulo Shenzhou 15, sumada a incidentes anteriores como la caída de una sección de 23 toneladas del cohete Long March 5B, ha suscitado preocupación global y críticas de entidades como la NASA y la Agencia Espacial Europea por los peligros asociados.
Este evento subraya la necesidad urgente de enfrentar los retos de la exploración espacial y la gestión de residuos orbitales, destacando el valor crítico de la colaboración internacional para mantener sostenibles las actividades en el espacio.