La explotación de los recursos naturales espaciales podría generar entre 73 y 170 mil millones de euros de facturación global de aquí a 2045, pero necesita “enormes inversiones“, según un estudio solicitado por la agencia espacial luxemburguesa y la ESA.
“Un tal desarrollo se producirá, la única incertidumbre es cuándo”, considera Mathias Link, director de relaciones internacionales en la Agencia Espacial de Luxemburgo (LSA).
Los recursos naturales espaciales como el agua o algunos minerales puede utilizarse como carburante o componente de las infraestructuras espaciales y reducir igualmente el coste de las misiones.
En la Tierra, los elementos pueden utilizarse para la industria automovilística, la medicina, o los componentes eléctricos, pero con menos ganancias financieras que para su uso en el espacio, señala el estudio realizado por la consultora Price waterhouse Coopers (PwC).
La utilización de materiales espaciales permite además reducir la dependencia de los recursos terrestres que son limitados.
El estudio se basa en las agendas de las misiones espaciales institucionales y privadas previstas hasta 2045, como los proyectos de un regreso del hombre a la Luna y de las exploraciones en el planeta Marte. Sin olvidar el desarrollo del turismo espacial.
El documento estima que el desarrollo del uso de estos recursos podría generar entre 845 mil y 1.8 millones de empleos a tiempo completo para 2045.
Luxemburgo lanzó en 2016 SpaceResources.lu, un programa ambicioso que pretende fomentar actividades económicas alrededor del espacio y, más concretamente, de la explotación de materias espaciales.
“Al principio, pensamos que nos adentrábamos en un pequeño nicho pero con el paso de los años nos dimos cuenta de que este mercado está en el centro de una gran cadena de valor”, explica Mathias Link.
El gobierno luxemburgués se rodeó de un equipo de expertos llegados de la NASA, como Simon Peter Worden y el exdirector de la Agencia Espacial Europea (ESA), el francés Jean-Jacques Dordain.
Desde el verano de 2017, el Gran Ducado cuenta con una ley que garantiza a las empresas activas en la exploración y extracción de recursos espaciales la propiedad total de sus hallazgos.
Solo Estados Unidos posee un marco legislativo parecido.
“Luxemburgo tiene un enfoque más centrado en los recursos espaciales que Estados Unidos que es la mayor potencia espacial del mundo”, subraya Link.
Luxemburgo firmó igualmente una serie de alianzas en el campo del espacio con Emiratos Árabes Unidos, Japón, China, Polonia, Portugal y República Checa. “Se están negociando otros acuerdos”, indicó esta semana el ministro luxemburgués de Economía, Etienne Schneider.
Desde 2016, una veintena de empresas activas en este ámbito ya se han domiciliado con 70 empleados en Luxemburgo. Estos se añaden a las 800 personas que trabajan en el sector espacial en el país europeo, representado esencialmente par el operador de satélites SES, creado en 1985 y cotizado en la bolsa de París.