El genio musical de Ludwig van Beethoven no estaba en sus genes. Este fue el resultado de un análisis de ADN, según anunció este martes (26.03.2024) el Instituto Max Planck de Estética Empírica (MPIEA) de Fráncfort.
«La constatación de que uno de los músicos más famosos (1770-1827) de la historia de la humanidad tenía una predisposición genética bastante baja en cuanto a su capacidad de sincronización temporal ilustra los límites de las predicciones», subrayó el instituto.
«Calculamos la llamada puntuación poligénica, un indicador de la predisposición genética a un determinado rasgo o comportamiento», explicó la primera autora, Laura Wesseldijk, del MPIEA.
Beethoven, discreta «puntuación poligénica»
En el caso de Beethoven, se calculó la sincronización temporal, relacionada anteriormente con la habilidad musical en general. Así, se analizaron secuencias genéticas obtenidas de mechones de pelo del compositor de Bonn. Según los resultados, Beethoven, probablemente uno de los músicos más famosos de la historia, mostraba una discreta «puntuación poligénica» para la musicalidad.
Un equipo de investigadores de los dos Institutos Max Planck de Estética Empírica de Fráncfort y de Psicolingüística (MPI-PL) de Nimega (Países Bajos) había analizado el ADN de Beethoven en relación con la predisposición musical. Los resultados se publicaron en la revista Current Biology.
El resultado no sorprendió a los científicos, teniendo en cuenta los límites actuales del valor informativo de las «puntuaciones poligénicas».
«Antes de realizar cualquier análisis, preinscribimos el estudio e hicimos hincapié en que no teníamos ninguna expectativa previa sobre la puntuación que obtendría Beethoven», explicó Wesseldijk. «En lugar de eso, nuestro objetivo era utilizarlo como ejemplo de los retos de hacer predicciones genéticas para un individuo que vivió hace más de 200 años», agregó.
Dudar de las malas lecturas de las pruebas genéticas
«Por supuesto, sería erróneo deducir de la baja puntuación poligénica de Beethoven que sus habilidades musicales no eran excepcionales», subrayó el coautor Simon Fisher, del MPI-PL.
La discrepancia encontrada entre la predicción basada en el ADN y el genio musical de Beethoven es una valiosa lección. «Demuestra que hay que ser escéptico cuando, por ejemplo, alguien afirma que una prueba genética puede determinar con fiabilidad si un niño estará especialmente dotado musicalmente o en otra área», aseguró.
Aunque el uso de datos de ADN para predecir las capacidades o el comportamiento de un individuo sigue siendo inexacto, la investigación de las influencias genéticas en grandes muestras podría aportar datos sobre cómo y por qué difieren las capacidades musicales y el comportamiento musical.