Un equipo de investigadores israelíes de la Universidad de Tel Aviv, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Autoridad de Antigüedades de Israel, consiguió medir el campo magnético terrestre del día en que Jerusalén fue destruida por los babilonios, en el año 586 a.C., de acuerdo con un estudio publicado recientemente en Plos One.
Para su investigación, los científicos se valieron de la evidencia arqueológica recuperada en una excavación practicada en un estacionamiento de Givati, ubicado en el Parque Nacional de la Ciudad de David, con lo que pudieron dar cuenta del campo magnético terrestre prevaleciente en el momento en que esa antigua ciudad fue destruida.
El equipo de investigación analizó 54 fragmentos provenientes de una estructura monumental, presumiblemente un edificio público o una casa perteneciente a la élite de la época, que fue quemada durante un ataque ordenado por el rey babilonio Nabucodonosor.
Puesto que los materiales analizados «contienen minerales magnéticos, una vez que ese suelo se calentó a temperaturas muy altas, todos ellos se alinearon con el campo magnético de la Tierra en ese momento», por lo que fue posible «reconstruir el campo magnético de la Tierra en un momento muy específico del pasado» explicó Voav Vaknin, coautor del estudio.
Vaknin señaló que «las mediciones magnéticas [de los restos encontrados] probaron que el edificio había sido quemado, a una temperatura superior a los 500° C, y que el piso, apoyado en enormes vigas de madera, se derrumbó durante el incendio».
Por su parte, Yiftah Shalev, investigador de la Autoridad de Antigüedades de Israel y coautor del estudio, aseguró que el evento arqueológico de la destrucción ardiente de la Antigua Jerusalén «tiene un gran eco en el texto bíblico».
De acuerdo con Shalev, el edificio excavado es una de las grandes casas públicas que fueron quemadas durante la destrucción de Jerusalén el 9 de Av (mes del calendario judío) del 586 a.C, hecho que está descrito en los textos bíblicos.
El hecho de vincular la destrucción de Jerusalén con el registro del campo magnético de la Tierra en un día específico «es verdaderamente extraordinario», remarcó Vaknin, y agregó que el estudio realizado puede ofrecer a los científicos importantes pistas sobre los cambios de campo magnético en la Tierra a lo largo de milenios.