Sin temer el frío, grupos pioneros de Homo sapiens se aventuraron por el noroeste de Europa hace 45.000 años, varios miles de años antes de que los neandertales desaparecieran del continente, según concluyen tres estudios publicados este miércoles por la revista Nature.
Debido a que nunca antes se habían identificado rastros tan antiguos del Homo sapiens en esta región europea, el hallazgo replantea la historia de colonización del continente por parte del humano moderno, que eventualmente reemplazó a las poblaciones locales de neandertales, al igual que todas las demás líneas humanas arcaicas en todo el mundo.
Durante una primera fase, los sapiens y los neandertales coexistieron en Europa, pero no se sabía exactamente ni dónde ni cómo.
El enigma de la cultura Lincombe-Ranis-Jerzmanowice
Uno de los grandes problemas para identificar cómo coexistían es la escasez de restos humanos. Los paleontólogos se enfrentan especialmente al enigma de lo que se conoce como la cultura Lincombe-Ranis-Jerzmanowice (LRJ).
Ese periodo es definido por el uso de un determinado tipo de herramienta de piedra tallada, hallada en varios sitios al norte de los Alpes, desde Inglaterra hasta Polonia. La LRJ se prolongó durante aproximadamente 4.000 años, entre 45.000 y 41.000 años antes de nuestra era.
Restos hallados en una cueva de Alemania
Los restos fueron hallados en una cueva de Ranis (Alemania) entre 2016 y 2022, que ya había sido parcialmente explorada en la década de 1930. En ese lugar de difícil acceso, con la bóveda colapsada, los investigadores hallaron herramientas bifaciales «LRJ» y miles de fragmentos óseos asociados.
Los científicos recurrieron a una técnica reciente llamada paleoproteómica, que consiste en extraer proteínas, para saber si se trataba de huesos humanos o animales. También analizaron huesos recolectados en la década de 1930 y que estaban conservados en un museo cerca de Leipzig.
Pruebas previas de la presencia del Homo sapiens
Una docena de restos humanos fueron sometidos a datación por radiocarbono y análisis genéticos. Veredicto: el Homo sapiens fue el artífice de estas herramientas elaboradas hace un poco más de 45.000 años.
Eran humanos con las mismas características que otros congéneres descubiertos en Europa del este (Bulgaria y Chequia), hasta ahora los representantes más antiguos de nuestra especie en el continente.
El Homo sapiens pobló Europa en oleadas sucesivas
Eso significa que el Homo sapiens, proveniente de África, llegó al continente eurasiático mucho antes de lo que se pensaba: «Durante mucho tiempo tuvimos en mente el modelo de una gran oleada de Sapiens que arrasó Europa y absorbió rápidamente a los neandertales hacia el final de estas culturas de transición, alrededor de los 40.000 años» antes de nuestra era, explica el paleoantropólogo y autor principal Jean-Jacques Hublin, director del Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck en Leipzig (Alemania).
Pero, según los últimos descubrimientos, parece más probable que el Homo sapiens poblara el continente en oleadas sucesivas. Durante esa incursión, hace 45.000 años, el Homo sapiens pudo coexistir perfectamente con sus primos neandertales, cuyos últimos sobrevivientes se extinguieron en el suroeste del continente hace unos 40.000 años.
Una resiliencia a climas extremos
Los estudios describen a grupos «pioneros» que se atrevieron a enfrentar un clima frío, equivalente al de Siberia o al del norte de la actual Escandinavia, según Sarah Pederzani, quien lideró la investigación sobre el entorno de Ranis.
Vivían en pequeños grupos móviles, ocupando la cueva de manera efímera, donde consumían los animales cazados (renos, caballos, etc.).
«¿Cómo estos individuos provenientes de África tuvieron la idea de dirigirse hacia temperaturas tan extremas?», se pregunta el profesor Hublin.
En cualquier caso, poseían «la capacidad técnica y la adaptabilidad necesarias para vivir en un entorno hostil», concluye.