Un grupo de arqueólogos de la Universidad de San Marcos (Perú) ha hallado recientemente una momia preinca de entre 800 y 1.200 años de antigüedad, en el Complejo Arqueológico de Cajamarquilla, a 24 kilómetros de Lima.
Los restos fueron encontrados en perfecto estado de conservación a más de dos metros de profundidad en una matriz funeraria cubierta con una roca de barro, y corresponderían a un adolescente de unos 12 o 13 años de edad, con una estatura aproximada de 1,30 metros. El sexo del individuo todavía no se ha determinado.
El ajuar funerario descubierto junto al cuerpo incluye una boleadora (arma de piedra), un mate (plato), una aguja de cobre, envoltorios y vegetales, tales como maíz y ají, precisó la arqueóloga Yomira Huamán, que dirige el proyecto arqueológico Cajamarquilla.
Según la investigadora, la arena gruesa de la zona, con altos componentes de sales, habría iniciado un proceso de momificación natural, que ha permitido que los brazos, antebrazos y las piernas conserven restos de piel. Asimismo, la cabeza, separada del torso, mantiene mechones de cabello, y la mandíbula todavía cuenta con una parte de la dentadura.
Tras retirar los restos, los científicos pasarán a la etapa de gabinete, donde se realizará el análisis del cuerpo, del material botánico, malacológico (conchas marinas), lítico y metal. Gracias a estas pruebas, se podrá identificar a qué se dedicaba el individuo, cuál pudo haber sido la causa de su muerte y qué enfermedades padeció, entre otros detalles.
Cajamarquilla era una importante ciudad prehispánica de barro donde se desarrollaban múltiples funciones en sectores administrativos, domésticos y residenciales y que pudo haber albergado entre 10.000 y 20.000 personas. Se construyó hacia el año 200 a. C. y estuvo ocupada hasta el año 1500. Ahora, es uno de los complejos arqueológicos más grandes de la capital peruana