En el marco de las excavaciones para investigar la «larga ocupación» maya de la última ciudad de esta civilización en ceder a la conquista española, los arqueólogos encontraron piezas de cerámica, entierros humanos y balas de plomo de arcabuces españoles. Tayasal, o «lugar de los itzaes», fue poblada por los mayas desde el 900 a.C., durante el periodo préclasico, y se mantuvo fuera del alcance de los europeos hasta 1697, un siglo después de la entrada de los conquistadores a lo que hoy es Guatemala, informó Suarlin Cordova, responsable de la exploración del sitio el pasado viernes.
«Pasaron más de 100 años en que la parte del norte de Guatemala estuvo totalmente fuera del dominio español y esto pasa principalmente porque la selva funcionó como una frontera natural que hizo agreste la llegada de los españoles hasta estos lugares», precisó Córdova.
Córdova explicó que en 1525 Tayasal fue parte de la ruta que utilizó el conquistador español Hernán Cortés en su viaje a la actual Honduras. Actualmente, la mayoría de edificios, plazas y plataformas en el lugar se encuentran enterrados bajo la tierra y la vegetación en las cercanías del lago Petén Itza. Entre las estructuras parcialmente expuestas hay una acrópolis de unos 30 m de altura, que se cree que funcionaba como residencia de la élite gobernante y una poza de agua utilizada desde tiempos prehispánicos.
Jenny Barrios, directora de Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, comentó que uno de los objetivos de la investigación es repotenciar el parque para que el turista «aprecie» los sitios por descubrir en esta vasta región de yacimientos arqueológicos mayas.