Un equipo internacional de investigadores descubrió en una cueva en Laos la primera evidencia que sugiere que los humanos modernos podrían haber emigrado por primera vez al sudeste asiático continental hace entre 68.000 y 86.000 años, más de 20.000 años antes de lo que se pensaba, informa la Universidad Macquarie de Sídney (Australia).
De acuerdo a la institución, durante las excavaciones hechas en 2009 en la cueva Tam Pa Ling, situada a más de 300 kilómetros de la costa en el norte de Laos, los arqueólogos descubrieron un cráneo y una mandíbula de ‘Homo sapiens’, lo que demuestra que nuestros antepasados habían habitado en la región; sin embargo, limitaciones metodológicas habían impedido determinar con certeza cuándo.
En investigaciones subsecuentes, los expertos descubrieron en estratos más antiguos siete piezas de esqueleto humano. Estos hallazgos sugieren que las primeras poblaciones humanas migraron a esta región mucho antes de lo que se pensaba.
Nuevas dataciones
Según detallan los científicos en un artículo publicado en la revista Nature Communications, las primeras dataciones por luminiscencia realizadas a los restos hallados en 2009, arrojaron una edad mínima de 46.000 años, una cronología acorde con el momento previsto para la llegada del ‘Homo sapiens’ al sudeste asiático.
Sin embargo, las dataciones practicadas a uno de los restos hallados en los estratos más antiguos, un fragmento de pierna encontrado a una profundidad aproximada de siete metros, sugieren que este tiene una antigüedad mínima de 68.000 años y máxima de 86.000, decenas de miles de años antes que las fechas propuestas para la llegada del humano a la región.
Para los expertos, estos descubrimientos, que representan las primeras pruebas confirmadas sobre la presencia del hombre en el sudeste asiático continental, permiten entender mejor el momento y la ruta migratoria de los humanos modernos desde África hacia Asia oriental y, finalmente, Australia.
«Tam Pa Ling desempeña un papel clave en la historia de la migración de los humanos modernos a través de Asia, pero su importancia y valor acaban de ser reconocidos», comentó el profesor de paleoantropología de la Universidad de Copenhague Fabrice Demeter, coautor de la publicación.