Un grupo de científicos ha descubierto que algunas élites precolombinas practicaban el incesto para realizar sacrificios rituales, según un artículo publicado este martes en la revista Antiquity.
Los expertos analizaron el ADN de un niño sacrificado que fue enterrado en la Casa del Pozo, ubicada en Paquimé, uno de los yacimientos más grandes y complejos de la cultura mogollón en el norteño estado mexicano de Chihuahua. El lugar sirvió de centro político y ritual entre los siglos XIII y XIV d. C.
«Este individuo tiene uno de los valores de homocigosis más altos de todos los individuos antiguos publicados en el hemisferio occidental. Esto significa que el niño tenía padres que estaban más emparentados que los primos hermanos», explicó Jakob Sedig, miembro de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y coautor del estudio.
El hallazgo implica que las élites de Paquimé creían que sacrificar a un niño nacido de dos personas de su linaje estrechamente emparentadas tenía un poder especial y, en este caso, se utilizaba para consagrar un edificio de importancia ritual.
pues lo mismo hacen ahora todo estan copiando de los antiguos élites