Durante una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el mandatario afirmó que «ya sabrán» si Washington decide bombardear Irán como respuesta al derribo de un dron estadounidense.
Cuando Irán admitió que había derribado un drone de Estados Unidos este jueves, el presidente Donald Trump reaccionó primero en Twitter asegurando que el país había cometido «un gran error». Pero luego, durante un encuentro con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, remató su postura al dejar en el aire la posibilidad de un bombardeo.
«Ya sabrán», respondió desde la Casa Blanca a periodistas que le consultaban si Estados Unidos irá a una guerra con Irán. «Obviamente no vamos a hablar mucho de eso. Ellos cometieron un grave error», insistió.
El mandatario explicó que Estados Unidos tenía evidencia «científica» para demostrar que el drone se encontraba en el espacio internacional.
Luego de calentar el ambiente con su declaración inicial, dijo que «probablemente Irán cometió un error», que pudo haberse tratado de un general o de alguien que dio la orden. «Me cuesta creer que lo hicieron intencionalmente. Creo que pudo haber sido alguien descarriado y estúpido», agregó.
Todo empezó cuando la Guardia Revolucionaria de Irán, cuerpo de élite del Ejército, admitió que había derribado un «avión teledirigido espía» estadounidense sobre su territorio «después de haber violado el espacio aéreo iraní», según la televisión estatal del país.
El incidente ocurre en medio de las crecientes tensiones entre Teherán y Washington por el colapso de su acuerdo nuclear, los ataques a barcos petroleros cerca del Golfo Pérsico y las sanciones económicas contra la república islámica.
La mañana del jueves, el general estadounidense Joseph Guastella, comandante del Comando Central de la Fuerza Aérea, aseguró desde una conferencia de prensa por video en el Pentágono que la decisión de Irán fue vista como «un ataque no provocado» y desmintió la versión iraní de que la aeronave se encontraba sobre su territorio. Según Guastella, operaba a gran altitud, aproximadamente a 34 kilómetros del punto más cercano de la costa iraní.
«Este ataque es un intento de interrumpir nuestra capacidad para monitorear el área luego de las amenazas recientes al envío internacional y el libre flujo de comercio. Los informes iraníes de que este avión fue derribado sobre Irán son categóricamente falsos», explicó el general.
Y entre quienes reaccionaron también estuvo la vocera de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, quien aseguró que no cree que el presidente quiera ir a una guerra. «No hay apetito en nuestro país para ir a una guerra», dijo en una rueda de prensa desde el Capitolio en la que explicó que el Congreso sería informado sobre el desarrollo de este asunto este jueves tanto en la mañana como durante la tarde. «Es una situación peligrosa (…) Tenemos que ser fuertes y estratégicos sobre cómo proteger nuestros intereses. Tampoco podemos ser imprudentes en lo que hacemos».
El presunto derribo del dron se produce después de que el Ejército de Estados Unidos alegara previamente que Irán disparó un misil contra uno de sus drones la semana pasada, en relación con el ataque contra dos petroleros cerca del Golfo de Omán. Washington culpa a Irán por el ataque a los barcos, mientras que Teherán lo niega.
Recientemente, se conoció que Irán ha cuadruplicado su producción de uranio poco enriquecido y ha amenazado con aumentar su enriquecimiento a niveles más cercanos a los de las armas, en un intento por presionar a Europa para que apruebe nuevos términos para el acuerdo de 2015.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha enviado un portaaviones a Oriente Medio y ha desplegado 20,000 efectivos en la región con «propósitos defensivos. La inestabilidad en la zona ha arreciado tras los misteriosos ataques contra los buques petroleros y los misiles y bombas que los rebeldes Houthi, aliados de Irán, han lanzado en los últimos días contra Arabia Saudita, potencia enemiga en la guerra de Yemén.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró este martes que el presidente Donald Trump no «quiere una guerra» con Irán, aunque advirtió entonces que Washington estaba preparado si Teherán tomaba una «mala decisión».
Es que los iraníes vieron venir el avioncito, desde muy lejos, en aguas «internacionales» (Que los gringos piensan que les pertenecen) y se lo tronaron. Tuvieron la mala suerte que se vino planeando, desde muy lejos, a caer en su patio. Lástima !
Por sus deseos y pensamientos mesquinos e egoistas este hombre malo ya se hubiera aduenado de todo el MUNDO. Un imperio economico que se derrumba, queriendo someter a los demas con el TERRORISMO MILITAR. China-Rusia-India poderes-intereses para Iran