El capitán de la selección de Cuba desertó tras la derrota ante México en Copa Oro

Tras la dura derrota por 7-0 de la selección de Cuba ante México en la Copa Oro, el capitán Yasmani López desertó de la concentración. El futbolista de 31 años dejó el equipo tras la caída ante el elenco azteca en el Rose Bowl de Pasadena, en Los Ángeles (California), confirmó este martes desde Estados Unidos el seleccionador Raúl Mederos.

«Efectivamente abandonó la concentración el sábado por la noche el zaguero número cuatro (Yasmani López). Es el único jugador que hasta ahora ya no está con nosotros. Con relación al caso de Yasmani, es una decisión de él. Ninguno de los compañeros, somos 30, tenemos que ver con eso», dijo el técnico en conferencia de prensa en Denver, en la víspera del segundo encuentro de los isleños ante Martinica.

Este un contratiempo más en una selección que ha tenido que pasar por varios inconvenientes. Por ejemplo, no pudieron acudir al torneo con su primer capitán y goleador, Yordan Santa Cruz, a quien le negaron la visa estadounidense. Además, se supo que el equipo isleño recibió los uniformes a pocas horas de su partido ante México.

Por su parte, Yasmani López, quien debutó con su selección precisamente en la Copa Oro 2013 y era una pieza clave en la medular cubana, se unió así a una lista de deportistas cubanos que desertaron en los últimos años aprovechando diferentes eventos internacionales en el extranjero.

Por ejemplo, en la Copa Oro 2015, los isleños viajaron con 23 futbolistas a Estados Unidos y cuatro de ellos desertaron durante el torneo. Ariel Martínez se marchó antes del último juego de Cuba en cuartos de final ante los locales en Baltimore, que perdieron por 6-0, mientras Keiler García, Arael Argüellez y Darío Suárez solo jugaron los dos primeros encuentros.

También ocurrió lo mismo en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, donde varios atletas abandonaron la concentración antes de tiempo.

Yasmani López, un originario de la localidad de Morón, provincia de Ciego de Ávila, ha sido uno más de los cubanos que convierte a los torneos de la Concacaf en su vía de escape de la isla y la oportunidad para quedarse en territorio estadounidense, donde, de inmediato, piden asilo político.