Por: Francisco José Ferman (*)
En la historia de El Salvador hay varios ejemplos de gobiernos que asentaron sus ejecutorias en principios ideológicos y doctrinarios que, si bien no alcanzaron los fines propuestos a plenitud, son ejemplo de la coherencia que los dirigentes políticos quisieron imprimir, en algún momento, a sus mandatos.
Recordemos al desafortunado gobernante Manuel Enrique Araujo, quien sufrió un atentado contra su vida, el 4 de febrero de 1913, a resultas del cual falleció el 9 de febrero del mismo año, El magnicidio fue perpetrado frente al Palacio Nacional, en el entonces llamado Parque Bolívar, más tarde renombrado parque gerardo Barrios, figura icónica, esta última, del liberalismo económico y político, lugar donde paradójicamente, rendirá su protesta constitucional, el presidente electo, Nayib Bukele.
Araujo, permeado por las ideas socialistas europeas de la época, durante su formación académica en Inglaterra, se apoyó en la doctrina del Mínimum Vital, del filósofo criollo, don Alberto Masferrer.
Años después siguieron los gobiernos del general Maximiliano Hernández Martínez que orientó su mandato bajo principios teosóficos; el del PRUD, del coronel Óscar Osorio, seguido del PCN fundamentados en las directrices de la Justicia Social –una suerte de interrelación negociada entre el capital y el trabajo–, tomada del PRI, de México. Luego tenemos al gobierno democratacristiano, de José Napoleón Duarte que, supuestamente, al menos así lo dijeron al principio de su mandato, usó como faro de su ejercicio a la doctrina social de la iglesia; los gobiernos neoliberales de ARENA, bajo asesoría de los Chicago Boys, para desembocar en el FMLN, que subió al poder ondeando la bandera comunista pero que, en la realidad, administró al país bajo conceptos vorazmente mercantilistas.
Bukele ha decidido que su investidura se efectúe “de cara al pueblo”, en la plaza pública, una especie de populismo. Fuera del recinto Legislativo. Su idea no es nueva, ya lo hicieron antes el coronesl Julio Adalberto Rivera, quien recibió la banda presidencial en el Gimnasio Nacional, otros mandatarios en el Teatro Nacional, estadio Flor Blanca y los exgobernantes de los últimos tiempos, fueron investidos en la Feria Internacional. De alguna manera, dijeron en su momento que gobernarían de cara al pueblo.
Algunos anticipan que, el de Bukele, será un gobierno pragmático, lo cual, en vez de disipar dudas, las refuerza puesto que el pragmatismo, más que una ideología, es un actuar conforme lo van exigiendo las circunstancias. El pragmatismo se basa en el concepto de que todo lo que funciona bien, es bueno y, por tanto, legítimo, pero pragmatistas ya trataron de serlo los últimos gobiernos: el ejemplo más claro está en la negociación del poder legítimo con fuerzas oscuras de la delincuencia. Algo así como se dice: “Si no puedes vencerlos, únete a ellos”.
Independientemente de la base filosófica del acto de gobernar, es preciso definir cuál será la dirección política y administrativa del Estado.
Uno de los retos del nuevo gobierno es entender el entramado de las relaciones entre fuerzas diversas, algunas de ellas antagónicas, que se mueven dentro del Estado. La gobernabilidad deriva de la administración de todo aquello que es de todos, pero de nadie en particular. ¿Qué hará el gobierno de Bukele para ejercer su autoridad sobre los contingentes heredados de funcionarios y empleados públicos, de la vieja ARENA y del FMLN? ¿Qué estrategia empleará para cumplir con la Ley del Servicio Civil? No debe olvidar el nuevo gobierno los sindicatos que el FMLN le ha implantado, incluso en Casa Presidencial, que tienen la capacidad de afectar, en alguna medida, la consistencia y estructura del gobierno.
Finalmente cabe preguntarse cuál será el papel de la oposición, de cara al nuevo gobierno. Una oposición sensata deberá aconsejar al gobierno en lo relativo a qué pasos tomar para lograr los fines del bien común. ¡Más, lo que en verdad importa, es que el gobierno escuche…!
*Doctor en derecho
Ojala bukele no cambie de postura,que siga El rumbo qua se a trazado,que no se deje manipular por fuerzas al rededor de su mandato,que cumpla con loque el pueblo le exija,lo primero luchar contra la corrupcion y la delincuencia.
por GUSTO TODO ESE ESTUDIO DE ESTE ANCIANO CRITICA Y CRITICA EN LUGAR DE DECIRLES A TODOS LOS ACTORES POLITICOS QUE SE UNAN EN LA VERDADERA CREACION A LARGO PLAZO DE LA NACION QUE LO BUENO SIGA Y LO MALO SE CAMBIE HAGAMOS PATRIA NO DIVIDAMOS
La gente le tiene mucha fe al Nuevo gobierno que viene,por eso una cicies es vital para el pais,los corruptos no la quieren por supuesto y van haber factores y argumentos de estos para que cicies no exista,
Bukele esta demostrando que sera el «perrito faldero» de USA….
Se lee entrelineas miedo, dudas, negativismo, critica destructiva.. Creo que un cambio trae esperanza, oportunidades, Algeria I nuevos animos de comenzae de nuevo. Nada de esto tiene su articular. Saludos
Pareciera una amenaza dizfrazada o engendrar temor en el nuevo gobernante. Estos intelectuales son negativos y contrastan con la mayoría de la población que ven en el nuevo gobierno una luz en el tunel,
Esperaba leer una análisis profesional, objetivo y con puntos específicos, Pero este viejito solo da vueltas al tema y no aterriza en nada, únicamente dice frases como «Allá en mis tiempos..»
¡¡ay fermancito has perdido brujula!! Hoy pretendes que los mismos de siempte que tienen hecho trizas al pais sean los que aconsejen a Bukele como resolver el relajo que ellos montaron por 30 años y que BUKELE los escuche.