Luego del revuelo que provocó el desubicado beso en la boca a la periodista estadounidense Jenny Sushe al final de una entrevista en vivo, el boxeador búlgaro Kubrat Pulev intentó minimizar el episodio al afirmar que la mujer es su amiga y que estaba eufórico.
El pasado fin de semana Pulev noqueó al rumano Bogdan Dinu en un combate de la categoría de peso superpesado, en California (EE.UU.), y al final de una entrevista besó a la reportera del Vegas Sports Daily en la boca.
El búlgaro había cumplido con una brillante actuación sobre el cuadrilátero. Se sobrepuso a un corte en la ceja provocado por un certero golpe de Dinu en el cuarto asalto y lo noqueó en el séptimo round.
Luego de la pelea, Jenny Sushe se acercó para hacerle unas preguntas. Después de consultarle por su preparación para el combate y por las sensaciones dentro del ring, le planteó una hipotética pelea con el boxeador profesional británico de peso pesado Tyson Fury, a lo que respondió que sí la haría.
Y tras su respuesta la tomó por la espalda con un brazo y con la otra mano agarró su rostro para sujetarla y darle un beso en la boca. La periodista, sorprendida, comenzó a reír antes de exclamar: «¡Jesucristo!».
La actitud del boxeador recibió un aluvión de críticas en las redes sociales, donde muchos usuarios calificaron el hecho como un caso de acoso a la periodista, quien fue forzada a recibir un beso sin su consentimiento.
El periodista australiano Jai Bednall, la mencionó en Twitter y le preguntó si tenía algo para decir. A lo que la mujer respondió: «Estoy avergonzada. Es extraño». Rápidamente los usuarios se solidarizaron con ella y destrozaron a Pulev.
El boxeador aseguró que se trató de «un beso amistoso» fruto de la «emoción» que sentía después de haber ganado el combate.
«Nos conocemos, es amiga mía y estuvo con nosotros antes y después de la pelea», sostuvo.
El medio en el que trabaja de la reportera, el Vegas Sports Daily, aseguró en un comunicado que están investigando lo que sucedió pero, en cualquier caso, el beso era «completamente injustificable» y comparte la «conmoción» y la «indignación» de Sushe.
«Queremos dejar claro que las mujeres deben sentirse seguras y cómodas para ejercer las obligaciones de su trabajo, libres de abusos y acoso», señaló ese medio.