Christian Bale casi pierde años de arduo trabajo por sus ataques de ira, mientras que Edward Norton es tan exigente que ningún director quiere trabajar con él. Al parecer, Gwyneth Paltrow le hizo la vida imposible a Scarlett Johansson en Iron Man 2 por celos, y Megan Fox es tachada de «arpía» por su propio equipo de producción.
Trabajar con algunos actores y actrices es complicado. Algunos de ellos tienen el ego por las nubes, otros no saben trabajar con más gente. El «lado b» de estos famosos.
El tres veces nominado al Oscar es conocido en la industria por apropiarse de los proyectos en los que trabaja. Todo debe pasar por él primero, dicen. Este comportamiento generó tensión entre él y el director de Hulk, el hombre increíble, el francés Louis Leterrier. Al parecer, poco antes de comenzar a filmar, el actor reescribió todo el guión, una actitud que fue muy mal vista por Leterrier, por el guionista Zack Penn y Marvel.
El escándalo en el set se filtró a la prensa. Penn hizo saber que Norton tenía una forma «inusual» de trabajar: cambiaba las escenas en el momento de filmarlas o hacer largos ejercicios de preparación con Liv Tyler. No obstante, pese a sus esfuerzos por mejor la historia y su personales, el filme fue uno de los grandes fracasos de Norton en la pantalla grande.
La actriz está en la lista de las menos queridas por sus colegas. Todo se inició cuando Heigl, más conocida como la doctora Izzie Stevens de Grey’s Anatomy, se retiró de la carrera por un Emmy ya que su personaje había perdido presencia en el drama televisivo de ABC.
«No siento que haya tenido esta temporada un papel relevante para justificar una nominación a los Emmy y por ello, retiro mi nombre para la nominación», dijo en ese entonces a Los Angeles Times. Ese accionar no fue bien visto. Al tiempo, la actriz abandonó el show que la lanzó a la fama. Su complicado carácter y su costumbre de hablar mal sobre todos los proyectos en los que había participado le hicieron ganar fama de actriz desagradecida y exigente.
A los 61 años, Sharon Stone sigue siendo consideras una de las mujeres más deslumbrante del cine. Es admirada por el público, pero no tanto por los estudios. Tiene una reputación de ser extremadamente exigente en el set. Aparte de que tendría muy mal caracter e insuilaría a la primera situación que no sea de su desagrado. Pero no eso no es todo. Una vez salió de compras por las exclusivas tiendas de Rodeo Drive, Beverly Hills, con la tarjeta de crédito de la producción de A Golden Boy que estaba rodando.
Nominados a dos Globos de Oro por su papel de Betty Draper en Mad Men, January Jones se ganó fama de ser distante y fría con sus compañeros de elenco. Pero no sólo con quiénes comparte pantalla es antipática, Zach Galifiniakis, conocido por The Hangover, tuvo una desagradable confrontación en una fiesta con ella.
Cuando le dijeron que January se había referido a él como uno de los tipos más graciosos que había conocido, Zach tuvo una respuesta sorprendente. «Estaba en una fiesta, nunca la había conocido, y ella me dijo: ‘Ven a sentarte’. Así que me siento en su mesa y hablamos durante 10 minutos, y luego ella dice: ‘Creo que es hora de que te vayas ahora'». Galifiniakis no se quedó callado y le contestó. Le dijo a Jones que «sólo era una actriz de televisión que sería olvidada dentro de pocos años, y que le aconsejaba ser mejor persona».
A Chase lo acusaron de ser racista contra otro miembro de elenco en Community, Donald Glover. Joel McHale también tuvo problemas con él y casi terminan a los golpes en el set.
No es un secreto que la ganadora del Oscar es pretenciosa y ruda en un set de filmación. Se ganó la mala fama en el set de rodaje de Iron Man 2 porque «no era agradable con nadie y además hacía que la gente se sintiera incómoda». Un anónimo que trabajó en el set de dijo que la actriz , en un ataque de celos, se reusó a hablar con Scarlett Johansson.
Fox, que alcanzó la fama en la película de Transformers, no ganó muchos amigos durante el rodaje de dicha producción. Miembros del staff de atacaron a la actriz y la calificaron de «malagradecida, sin clase y sin gracia», para concluirla diciendo que era una «arpía antisocial».
Polémico y caprichoso así es Shia LaBeouf. Y para hacer honor a su fama de artista controvertido, el actor atacó a uno de los cineastas más importantes: «No me gustan las películas que hice con Spielberg», dijo en una entrevista con Variety. «Es más una maldita empresa que un director», aseguró. «Estás allí y te das cuenta de que no estás conociendo al Spielberg de tus sueños». La estrella ha trabajado en cuatro ocasiones con el cuatro veces ganador de un Oscar. Según contó, lo que más le molesta a LaBeouf de trabajar con Spielberg es la atención que este le pone a los detalles, porque dice, que dificultan el proceso de filmación.
Es uno de los mejores de su generación con un talento indiscutible, pero Bale tiene serios problemas para controlar su ira. A lo largo de su carrera, ha protagonizado varios incidentes, entre los que destaca su violento comportamiento durante el rodaje de Terminator Salvation (2009) y la denuncia que interpuso su propia madre contra él tras una disputa doméstica un año antes.
Un miembro del equipo filtró una cinta de audio a la prensa, una grabación que exponía con claridad los niveles de enojo a los que llegó el actor . «El contenido de la cinta no me preocupaba tanto por el hecho de avergonzarme a mí mismo, porque yo tengo una extraña tendencia a disfrutar de la humillación propia. Lo que temía era que el público me rechazara y no quisiera verme en pantalla. Me aterraba la posibilidad de que la mala fama acabara arruinando mi carrera como actor, una profesión que adoro y con la que me divierto mucho», reflexionó Bale. «He entendido que recurrir a la violencia no es la mejor forma de afrontar ciertas situaciones. Fue un error, un ataque de cólera imperdonable y no hay más que decir: fin de la historia».