En el último metro, tras la última curva de la última vuelta, fue cuando el brasileño Lucas di Grassi pudo adelantar al alemán Pascal Wehrlein para ganar de manera agónica el Gran Premio de México de Fórmula E.
Fue un final de fotografía para cerrar la histórica prueba que mantuvo al filo de sus asientos a las decenas de miles de personas que abarrotaron las tribunas del autódromo Hermanos Rodríguez.
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Las emociones en el ePrix comenzaron desde el inicio con el dramático accidente del brasileño Nelson Piquet, que hizo que se ondeara las banderas rojas para detener la carrera.
Tras reanudarse la acción, Wehrlein logró defender el primer puesto que había logrado en la clasificación el día anterior, pero la insistente presión de Di Grassi lo hizo cometer un error en la última vuelta al saltarse una chicana y entregar la victoria sobre la línea de meta.
El mal fue incluso peor después de la bandera a cuadros al ser penalizado cinco segundos, siendo relegado hasta la sexta posición.