El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, ha declarado al país “zona catastrófica” tras el paso del huracán Hurricane Melissa, que tocó tierra como tormenta de categoría 5 generando daños materiales de gran magnitud.
Holness señaló que no existe infraestructura en la región capaz de soportar un huracán de esa magnitud, advirtiendo que lo que ahora pesa es “la velocidad de la recuperación”.
El desastre ha provocado cortes masivos de electricidad, inundaciones, deslaves y daños estructurales en hospitales, puentes y carreteras.
El gobierno ha activado medidas de emergencia: orden de evacuación en áreas vulnerables, más de 800 refugios habilitados, y prohibición de incrementos de precio en bienes esenciales.
Se estima que cientos de miles de personas han quedado sin acceso a servicios básicos. El primer ministro hizo un llamado urgente a la población para tomar con seriedad la amenaza y cooperar con las autoridades.
La nación caribeña afronta ahora la labor inmediata de responder al desastre y planear la reconstrucción tras el paso de un evento que podría marcar un antes y un después en su historia meteorológica.






