En medio de un contexto político marcado por escándalos de corrupción y la creciente polarización en El Salvador, el secretario general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel «El Chino» Flores, defendió hoy la integridad institucional de su partido al referirse a las condenas judiciales contra varios exfuncionarios vinculados históricamente al FMLN. Según Flores, estos casos, que incluyen delitos graves e incluso alertas rojas internacionales, son «asuntos personales» que no tienen relación alguna con la estructura partidaria y, por ende, no comprometen la reputación del histórico movimiento de izquierda.
Durante una entrevista de prensa enfatizó que el partido ha sido blanco de una «campaña sistemática de descrédito» por parte del gobierno actual, pero insistió en que las responsabilidades individuales no deben manchar el legado colectivo.
«Hemos pedido perdón por los errores del pasado, pero es hora de diferenciar: estos son casos de personas que actuaron por su cuenta, no del partido. No hay pruebas contra el FMLN como institución, y culparnos a todos es una táctica para silenciar a la oposición», declaró el líder, quien en 2024 compitió como candidato presidencial por el partido, obteniendo un 6.4% de los votos en una contienda dominada por Nayib Bukele.
Entre los casos mencionados implícitamente por Flores se encuentran figuras como el expresidente Mauricio Funes, prófugo en Nicaragua desde 2016 y con orden de captura roja de Interpol por peculado y enriquecimiento ilícito, así como otros ex altos cargos procesados por corrupción durante los gobiernos del FMLN (2009-2019).
En un caso más reciente, tras las pruebas aportadas en el respectivo juicio, la Fiscalía General de la República (FGR) logró condenas de hasta 28 años de prisión para Benito Antonio Lara Fernández, Ramón Arístides Valencia Arana, quienes fueron declarados culpables de haberse reunido y negociar beneficios con las pandillas MS-13 y Barrio 18, a cambio de respaldo en las elecciones 2014 y 2015.
Los exministros de Seguridad y Gobernación por el FMLN, Benito Lara y Arístides Valencia, respectivamente, fue sentenciado a 28 años de prisión (10 por cada evento electoral y 8 años más por agrupaciones ilícitas).
Recientemente, protestas lideradas por el propio Flores han demandado la liberación de algunos de estos exfuncionarios, argumentando sesgos judiciales bajo la administración actual. Sin embargo, el secretario general aclaró que el partido apoya la rendición de cuentas, pero rechaza la «caza de brujas» que, según él, busca desmantelar a la izquierda salvadoreña.
Esta postura llega en un momento delicado para el FMLN, que enfrenta una crisis interna agravada por derrotas electorales, problemas financieros y la deserción de militantes. A pesar de ello, Flores reafirmó el compromiso del partido con la «lucha por la justicia social» y anunció planes para fortalecer su base de cara a las elecciones legislativas de 2027. «El FMLN no se rinde; hemos transformado el país en el pasado y lo haremos de nuevo. Estos tropiezos personales no nos definen», concluyó.
Analistas políticos coinciden en que el deslinde de Flores busca reposicionar al FMLN como una alternativa viable, aunque encuestas recientes lo sitúan con apenas un 5% de apoyo popular.