Lo soñó, se esforzó y lo hizo realidad. Kerin Fabricio Torres Maravilla, futbolista del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad, cumplió uno de sus sueños deportivos al formar parte de la selección sub-17 de El Salvador, que logró la histórica clasificación a la Copa del Mundo de la FIFA Catar 2025.
Desde pequeño, Kerin soñó con representar a El Salvador y dejar su huella en el fútbol, pero jamás imaginó que lo lograría tan pronto.
Con apenas 16 años, celebró el boleto mundialista el pasado 15 de febrero, tras la victoria de 2-1 de El Salvador contra Jamaica en el Premundial sub-17 disputado en Guatemala.
“El Premundial fue una vitrina, pero un Mundial es mucho más y se abrirán muchas puertas. La sensación es única. Nadie lo creía y la felicidad era inmensa, pero aún no hemos ganado nada”, comentó el joven futbolista originario de San Dionisio, Usulután.
Todavía asimila la magnitud de esta hazaña, que ha comenzado a cambiar su rutina. El 18 de febrero, por ejemplo, fue recibido como un héroe por alumnos y autoridades del Instituto Nacional de Usulután (INU), donde cursa el primer año de bachillerato en sistemas eléctricos.
Desde la clasificación, ha dado numerosas entrevistas a medios nacionales interesados en conocer su historia, marcada por la perseverancia y el sacrificio.
“Mi inspiración es sacar adelante a mi familia, y estoy trabajando para lograrlo. Ellos hacen muchos sacrificios por mí, y quiero que se sientan orgullosos”, recalcó el primogénito de la familia Torres Maravilla.
Su madre, María Marcela Maravilla, recuerda que desde niño Kerin era hiperactivo y siempre corría detrás de un balón en los terrenos polvosos de San Dionisio.
“Era muy travieso, solo quería jugar, y nunca le quitamos ese amor por la pelota. Desde chiquito le digo ‘terremoto’. Fui a verlo cuando empezó en la Escuela Julio Torres, y hemos sacrificado muchas cosas para apoyarlo”, contó doña María Marcela.
Su padre, Kerin Norberto Torres Franco, también rememoró los primeros pasos de su hijo en el fútbol.
“Siempre tuvo talento. Mis amigos me decían que jugaba bien. Yo pensé: ‘Primero Dios, va a llegar lejos’. Y con esta clasificación al Mundial sub-17 ya logró algo importante”, expresó.
Billy Anderson Rodríguez, su amigo y compañero de aventuras deportivas desde los 10 años, también compartió su alegría.
“Nos consideramos como hermanos y en el instituto estudiamos la misma carrera. Esta clasificación es un sueño para él. Ha luchado mucho desde pequeño y ahora está cosechando los frutos”, comentó Billy, quien además juega con Kerin en las inferiores de Firpo.
El talento de Kerin llamó la atención desde temprano. Un amigo de la familia lo vio jugar y recomendó a su padre que lo inscribiera en una escuela de fútbol. Así comenzó su camino en las escuelas deportivas de San Dionisio, luego pasó al C.D. Usuluteco, donde ganó el Campeonato Infantil Scotiabank 2019, lo que le permitió vivir una experiencia deportiva y cultural en las instalaciones del Barcelona.
Su habilidad con el balón también le abrió las puertas de la categoría sub-17 de Luis Ángel Firpo y del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad, impulsado por el INDES y Fundación LaLiga.
“Estuve el año pasado en cadetes del programa y siento que ayuda mucho a los jóvenes. En San Dionisio hay mucho talento, y sé que con este apoyo pueden llegar más lejos de lo que yo he logrado”, destacó Kerin.
Un sueño azul y blanco
En noviembre del año pasado, dio un paso clave en su carrera al ser convocado por el técnico Juan Carlos Serrano para los microciclos de preparación del Premundial. Su esfuerzo lo llevó a formar parte de la nómina final para la eliminatoria, donde fue pieza clave: anotó un gol en la goleada 8-0 sobre Islas Caimán y otro en la victoria 2-0 ante Santa Lucía.
Ante Jamaica no marcó, pero recibió marca personal durante el partido. Al final, celebró con emoción la victoria 2-1 que selló la clasificación mundialista de El Salvador.
Su madre confesó que no pudo ver los últimos 11 minutos del partido ante Jamaica. “Me puse mal, sentí que se me bajó todo, así que mejor me puse a orar para que todo saliera bien. Dios estuvo con ellos”, relató entre lágrimas.
Kerin, por su parte, dedicó la clasificación a su abuelo Salvador Rolando Franco, quien falleció en agosto del año pasado.
“Fue un momento muy duro. Siempre me apoyó, iba a verme jugar. Antes del torneo le prometí un gol y, antes del último juego, le prometí que íbamos a clasificar”, expresó conmovido.
Una semana después de la hazaña, Kerin sigue trazándose nuevas metas: representar a El Salvador en el Mundial sub-17 Catar 2025, debutar con Firpo en la Primera División y jugar en una liga extranjera. Pero su mayor objetivo sigue siendo mejorar las condiciones de su familia en San Dionisio.
“Me siento feliz y agradecida con Dios porque me lo cuida. Ha salido adelante con esfuerzo y lo ha demostrado. Ahora le toca seguir luchando, mantener los pies en la tierra y nunca perder la humildad”, le aconseja su madre, con la emoción de quien ve a su hijo cumplir sus sueños.