El Liverpool dio un paso al frente al derrotar 2-1 al Chelsea, su primer test de altura en el tramo de la temporada que marcará su nivel, según había explicado su técnico Arne Slot, este domingo en Anfield con un Mohamed Salah decisivo.
Salah convirtió un penal a la media hora y sirvió un centro perfecto para Curtis Jones (51), el otro gran protagonista en la victoria de los Reds.
El delantero egipcio de 32 años suma cinco goles y cinco asistencias en ocho encuentros del Liverpool en Premier League (siete victorias y una derrota).
En la clasificación suma 21 puntos, uno más que el Manchester City, que justo antes derrotó 2-1 al Wolverhampton.
La tercera posición es para el Arsenal, con 17 unidades, el gran perdedor del fin de semana tras caer 2-0 el sábado en Bournemouth. Queda a cuatro puntos de un líder al que recibe el próximo fin de semana.
El Chelsea es sexto con 14 puntos tras haber concedido su segunda derrota de la temporada en la Premier League, dos meses después de caer ante el Manchester City.
Los Blues, dirigidos por el italiano Enzo Maresca, dieron la cara e incluso encontraron premio ante la mejor defensa de la Premier (tres goles encajados) cuando Nicolas Jackson se infiltró entre Ibrahima Konaté y Virgil van Dijk, al límite del fuera de juego (48).
El gol fue validado tras consulta al VAR en un partido rico en decisiones controvertidas: el Liverpool vio un gol invalidado por fuera de juego (32) y un penal tras una salida al límite del arquero del Chelsea Robert Sánchez ante Jones (45+2).
Este último, elegido jugador del partido, obtuvo el penal sí señalado y convertido por Salah al provocar una falta de Levi Colwill en el área.