La voz grave y poderosa de James Earl Jones fue durante décadas el eco de personajes inmortales, desde el rey león Mufasa hasta el temido Darth Vader. Este actor, nacido en Arkabutla, Mississippi, en 1931, falleció el pasado lunes a los 93 años en su casa del condado de Dutchess, en el estado de Nueva York, dejando un legado inquebrantable. Aunque comenzó su carrera en el teatro, donde deslumbró en Broadway, su nombre se grabó en la historia del cine al prestar su voz al villano más famoso de la saga Star Wars.
A lo largo de más de 60 años de trabajo, Jones se destacó por su impresionante versatilidad y la profundidad emocional que impregnaba en cada uno de sus personajes. Su interpretación de Darth Vader lo convirtió en una leyenda de la cultura pop, a pesar de que jamás apareció físicamente en pantalla en este papel. Era su voz la que confería el peso, la amenaza y la tragedia que el personaje requería. Y sin embargo, su papel en esa primera entrega de Star Wars le valió una cifra que hoy parece sorprendentemente modesta para la magnitud del impacto que generó.
Con el tiempo, Jones fue ganando el reconocimiento que merecía. No solo por haberle dado vida a uno de los villanos más inolvidables del cine, sino también por una trayectoria rica en teatro y cine, donde cosechó varios premios. Fue uno de los pocos privilegiados miembros del club EGOT, pues ganó un Emmy, un Grammy, un Oscar honorífico y un Tony, una distinción que lo situó entre los grandes del entretenimiento.
Cuánto le pagaron por su aparición en Star Wars
En 1977, cuando se estrenó la primera película de la saga de Star Wars, Jones fue contratado por el director George Lucas para prestar su voz al personaje de Darth Vader, después de que la voz del actor que había interpretado al villano físicamente, David Prowse, no convenciera al director. Lucas quería “una voz tenebrosa”, como lo explicó el propio Jones en una entrevista con el American Film Institute en 2009, y encontró en el actor el tono perfecto para dar vida al Señor Oscuro de los Sith.
El trabajo de Jones fue breve, ya que le tomó apenas “dos horas y media grabar todos los diálogos” de Darth Vader para Star Wars: Episode IV – A New Hope, como reveló él mismo en una conversación con Conan O’Brien en 1995. Y aunque ese trabajo marcaría su carrera y la historia del cine, le pagaron solo USD 7.000 por hacerlo.
“Y pensé que era buen dinero”, confesó el actor con una mezcla de sorpresa y humor. Este dato resulta aún más increíble cuando se compara con el impacto cultural que tuvo Star Wars, un fenómeno global que cambió la industria cinematográfica.
Sin embargo, para Jones, el dinero no fue lo más importante. Su trabajo con Lucas le abrió nuevas puertas y le dio una fama que pocos actores de su generación pudieron igualar. “No sabíamos lo que teníamos”, le confesó a O’Brien años después. El éxito de Star Wars se disparó, y la voz de Darth Vader se convirtió en un emblema por derecho propio.
El éxito de la primera película fue tan grande que George Lucas volvió a contratar a Jones para las secuelas. En 1980, durante el rodaje de Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back, el actor intentó hacer algunos ajustes a la voz de Darth Vader, buscando dotar al personaje de más matices emocionales. Sin embargo, Lucas lo frenó y le recordó un dicho popular en inglés: “si algo no está roto, no lo arregles”. En palabras de Jones: “Naturalmente, quería hacer que Darth Vader fuera más interesante, más sutil, más orientado psicológicamente. Y él me dijo: ‘No, no. Lo que estamos descubriendo es que debes mantener su voz en un rango muy estrecho de inflexión porque él no es realmente humano’”.
Esta decisión fue fundamental para preservar el carácter mecánico e imponente del villano, quien en la secuela protagonizó uno de los momentos más recordados de la historia del cine: el momento en que le revela a Luke Skywalker si identidad: “Yo soy tu padre”. En su momento, el propio Jones pensó que Vader estaba mintiendo. “Me dije a mí mismo: ‘Está mintiendo. Me pregunto cómo van a desarrollar esa mentira’”, recordó el actor en el documental Star Wars: Empire of Dreams.
A pesar del impacto y la importancia de su interpretación, Jones no fue acreditado en las primeras dos películas de la trilogía original. Su nombre no apareció en los créditos hasta Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi en 1983, un reconocimiento tardío para quien había sido una parte esencial del éxito de la saga.