Casi dos años después de ser extraditado desde México, el narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera enfrenta este martes a un jurado estadounidense en el juicio penal más importante de las últimas décadas.
El que alguna vez fue considerado el mayor narcotraficante del mundo está acusado de encabezar un negocio criminal que abarcó continentes y generó olas de derramamiento de sangre en México.
Su juicio, largamente esperado, ante el juez de distrito Brian Cogan en una corte federal de Brooklyn se inicia este martes con las declaraciones de apertura, en medio de medidas de seguridad sin precedentes, incluyendo protección armada para los miembros del jurado.
Incluso antes del inicio de un juicio que podría durar cuatro meses, agentes federales fuertemente armados y oficiales con perros rastreadores de bombas hacen guardia fuera de la corte. Detectores de metales reciben a los visitantes a la entrada del tribunal. El puente de Brooklyn cerrará cada vez que una caravana de la Policía – que incluye una ambulancia y un equipo SWAT – traslade a Guzmán desde y hacia su encierro en una cárcel federal en Manhattan.
«El Chapo, a pesar de su defensa de que era solo un actor secundario, es conocido por ser el espíritu innovador detrás del cartel de Sinaloa», dijo Bruce Bagley, experto en carteles de la droga mexicanos en la Universidad de Miami. «Él es, en muchos sentidos, un sobreviviente».
Guzmán, de 61 años, se ha declarado inocente. Si es sentenciado por tráfico internacional de drogas, conspiración para asesinar rivales, lavado de dinero y posesión de armas, enfrenta una condena de cadena perpetua.
El Chapo presuntamente ganó 14.000 millones de dólares como capo del cartel de Sinaloa, que utilizaba aviones, lanchas y submarinos para transportar cientos de toneladas de cocaína colombiana a México antes de enviarla a centros de distribución en Estados Unidos.
Una figura casi mítica celebrada con canciones en México, Guzmán supervisaba el contrabando de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a distribuidores en Atlanta, Chicago, Miami, Nueva York, Arizona y Los Ángeles, según fiscales federales.
También está acusado de participar en al menos 30 homicidios mientras reinaba en uno de los carteles más antiguos y más influyentes de México.
«Ningún otro individuo ha tenido más responsabilidad que Guzmán en la ola de violencia que México ha experimentado en las últimas décadas, dijo David Shirk, director del programa Justicia en México en la Universidad de San Diego.
Se ha reportado que él inició peleas mortales con otros grandes carteles que llevaron a que el crimen violento se disparase entre 2008 y 2012, de acuerdo con Shirk.
Su captura y posterior extradición a Estados Unidos a principios de 2017 crearon un vacío de poder que alimentó un preocupante repunte del derramamiento de sangre.
«De todos los símbolos involucrados en la estrategia de los capos (de apuntar a líderes criminales de alto perfil para debilitar su organización), El Chapo es por mucho el más importante porque él creció como un cohete, porque se volvió muy rico y muy poderoso», dijo Bagley.
El caso contra Guzmán se construirá, en parte, con base en el testimonio de más de una docena de testigos, incluyendo antiguos socios del cartel que ya se encuentran encarcelados o a los que se les ha dado nuevas identidades y que han sido reubicados por el Gobierno de Estados Unidos.
Entre los que podrían testificar contra Guzmán están los gemelos de Chicago, Margarito y Pedro Flores. Ellos operaban la distribución al por mayor de cocaína y heroína para el Chapo antes de ser arrestados en 2008, de acuerdo con una acusación federal.
Los gemelos se volvieron informantes de los agentes federales y fueron puestos en custodia de protección, de acuerdo con la Oficina Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Los hermanos Flores se declararon culpables de conspiración para la distribución de narcóticos después de grabar conversaciones telefónicas en las que se escucha a Guzmán aceptando reducir el precio de un cargamento de heroína.
El padre de los gemelos fue «secuestrado y presuntamente asesinado como resultado» de su cooperación con autoridades federales, dijo uno de sus abogados cuando los hermanos Flores fueron sentenciados a 14 años de prisión, en 2015.
Casi dos años después de la extradición del Chapo, el cartel de Sinaloa sigue siendo el actor dominante en el comercio de cocaína, de acuerdo con Bagley, el experto de la Universidad de Miami.
«A pesar de la aparente caída del Chapo y su extradición a Estados Unidos – y la considero como la caída final – y la falta de habilidad de sus hijos para hacerse con la organización, (el cartel de) Sinaloa ha mantenido un grado de coherencia debido a su modelo de negocios», dijo.
En tanto, Shirk, de la Universidad de San Diego, dijo que: «Pese a lo importante que fue para el comercio de drogas en México, en última instancia Guzmán será suplantado por otros traficantes mientras se continúe librando la guerra contra las drogas».
Por favor….dejen trabajar alos narcos…..ellos sacaron de un modo de la pobreza a pueblos en mexico….mas que la gente del gobierno….y de que van a quejarse….los gringos si ellos son los mas consumidores de cocaina…en la usa y se lucran de las toneladas y se aprovechan mas cada cargamento que decomisan….o sera que ellos quieren tener el control completo de la droga que viene de mexico…