La fiscalía acusó este jueves a Donald Trump de desacatar “voluntaria y conscientemente” una orden de silencio impuesta por el juez del juicio que lo sienta en el banquillo en Nueva York para proteger a testigos y miembros del jurado.
El magnate republicano de 77 años está acusado de falsificar documentos comerciales para ocultar el pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels pocos días antes de las elecciones de 2016 que ganó contra la demócrata Hillary Clinton.
El juez Juan Merchán ya impuso el martes una multa de 9.000 dólares al magnate inmobiliario por violar su orden en nueve ocasiones y le advirtió de que podría enfrentarse a la cárcel por seguir arremetiendo contra los testigos, el jurado y miembros de la corte en las redes sociales.
El fiscal Christopher Conroy instó al juez en la audiencia que multe de nuevo a Trump con un máximo de 1.000 dólares por cada una de las cuatro nuevas violaciones a su orden. “Todavía no pedimos la cárcel”, advirtió.
“El acusado violó la orden voluntaria y conscientemente”, dijo Conroy, antes de agregar que el republicano “piensa que las normas deberían ser diferentes para él”. Ha demostrado, agregó, “su voluntad de decir y hacer cualquier cosa para perturbar este proceso”.
Conroy subrayó los comentarios públicos que Trump ha hecho sobre su ex abogado personal Michael Cohen y ahora enemigo, que se espera sea uno de los testigos estrella de la fiscalía, y sobre la composición del jurado como violaciones de la orden de silencio.
Todd Blanche, abogado de Trump, señaló que el empresario neoyorquino es el candidato republicano a la presidencia en las elecciones de noviembre y que su probable rival, el demócrata Joe Biden, ha hablado públicamente sobre el juicio. “No puede responder”, dijo Blanche.
El juez dijo que eso no es cierto y que no había nada en su orden que impida a Trump responder a Biden.
Merchan también discrepó con la afirmación de Trump de que no puede tener un juicio justo en Nueva York porque es una ciudad mayoritariamente demócrata.
“Habló del jurado (…) y de que era un 90% demócrata”, dijo Merchan. “La implicación es que no es un jurado justo”.
El juez no emitió ningún dictamen por el momento sobre las supuestas violaciones.
“Interferencia electoral”
Trump aprovechó el miércoles que no hay vista en el juicio para realizar un mitin de campaña en Wisconsin, donde acusó de sus problemas legales y de los males que aquejan al país al presidente Biden.
Antes de comparecer ante el tribunal el jueves, denunció que el juicio es una “interferencia electoral” y dijo que el caso “nunca debería haberse presentado”.
Trump afirma periódicamente que es víctima de una “caza de brujas” por sus imputaciones: tres por supuestas trampas en las elecciones y una por acaparar documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca.
Hasta ahora, por el tribunal ha pasado un ecléctico grupo de testigos, incluido un abogado, Keith Davidson, que ayudó a negociar el pago de dinero por silencio a Daniels pocos días antes de las elecciones de 2016.
Davidson volvió al estrado el jueves después de la audiencia sobre las violaciones de la orden de mordaza.
Trump es el primer ex presidente de Estados Unidos que se enfrenta a cargos penales.
Durante dos semanas, Trump ha asistido a horas de testimonios, a veces técnicos, visiblemente enfadado con el juez, que le ha exigido estar presente todos los días.
El ex presidente ha convertido a la avalancha de medios que lo aguardan a la entrada y salida de las audiencias en un fenomenal altavoz para despotricar sobre sus problemas legales y otros asuntos que hace que los medios estén hablando casi todo el día de él.