En un gesto conmovedor que derramará las lágrimas de muchos y los hará replantearse el sentido de sus vidas, el director Denis Villeneuve ayudó a cumplir el último deseo de un paciente con una enfermedad terminal al permitirle ver una proyección privada de Duna: Parte Dos antes de su estreno oficial.
En el primer mes de este 2024, un paciente en sus 50 años, internado en una unidad de cuidados paliativos en Quebec, Canadá, se acercó a Josée Gagnon, trabajadora de fin de vida, con una petición especial: quería ver la secuela de Duna antes de fallecer.
Ante esta solicitud, Gagnon no dudó en buscar una manera de hacer realidad el deseo del paciente. «Pensé para mí misma, ¿qué podemos hacer? Entonces mi esposo me recordó que podía hacer cualquier cosa. Así que publiqué en las redes sociales y nos pusimos en contacto con el equipo de Villeneuve en menos de 12 horas», compartió Gagnon con Global News (vía Uproxx).
Primero se pensó en trasladar al hombre (cuyo nombre no fue revelado) a Montreal o Los Ángeles para ver la película, pero estaba «demasiado débil» y, según informó The Washington Post, era muy difícil moverlo. Para solucionar, el problema el asistente de Villeneuve viajó hasta él con la computadora portátil del director.
El hombre no hablaba inglés y tuvo que ver la película con subtítulos en francés, según informó Gagnon al Post. Estaba «tan débil que pensamos que podría morir mientras veía la película», escribió Gagnon en Facebook. El hombre no pudo ver las 2 horas y 46 minutos completas de la película. Estaba experimentando dolor y solo logró ver aproximadamente la mitad antes de tener que detenerse. Falleció unos días después.
Esta historia recuerda al caso de Daniel Fleetwood, quien también tuvo la oportunidad de ver una película de su saga favorita antes de su fallecimiento. En 2015, Fleetwood, un apasionado fanático de la franquicia, logró ver una versión temprana de Star Wars: El Despertar de la Fuerza después de una campaña viral de la comunidad de fans. Su deseo se hizo realidad poco antes de su muerte.
Este acto de humanidad por parte de Villeneuve y su equipo resalta la importancia de la conexión entre el arte cinematográfico y las experiencias personales. Aunque estos fanáticos no pudieron presenciar la totalidad de las películas, el hecho de que se les permitiera disfrutar de estos momentos finales con algo que amaban profundamente es un recordatorio poderoso del impacto que el cine puede tener en nuestras vidas.
Josée Gagnon, inspirada por la determinación del hombre, destaca: «Es extraordinario lo que este hombre vivió. El final de una película, cuando vas a morir, no significa nada… Todo esto existió para él». A pesar de no haber visto aún Duna: Parte Dos, Gagnon afirma: «Sonreiré como una idiota todo el tiempo pensando en esta hermosa historia».